Si eres diseñador, o conoces a alguien que lo sea, quizás estés consciente de la existencia de ese odio compartido hacia la tipografía Comic Sans: cada diseñador podrá tener su propio estilo y diversas preferencias creativas, pero si en algo parecen coincidir, es su rechazo universal hacia ella.
Como curiosidad, y en caso de que no supieras de la existencia de ese odio hasta este momento, la razón detrás de esa crítica hacia la Comic Sans no es porque consideren que sea horrible, sino porque se le ha utilizado en documentos, avisos y anuncios oficiales y/o profesionales, haciéndolos parecer informales o inapropiados debido a la forma "poco seria" de esta tipografía.
Pero a pesar del rechazo hacia ella, y por mucho que les pueda molestar su uso a los diseñadores, de acuerdo con algunos expertos la Comic Sans es una tipografía que resulta beneficiosa para determinados grupos de personas.
En concreto, se ha encontrado que el uso de la tipografía Comic Sans puede ayudar a quienes tienen dislexia, autismo y déficit de atención, ya que haría la lectura menos pesada para ellos.
Así lo señala la Asociación Británica de Dislexia, quien dentro de sus recomendaciones para crear un entorno de trabajo amigable para las personas con dislexia, incluye el uso de tipografías como la Comic Sans, así como la Arial.
Algo similar aparece en la web de la Asamblea de Irlanda del Norte, donde recomiendan utilizar, entre otras tipografías, la Comic Sans al momento de redactar documentos que serán leídos por personas con autismo; mientras que en Recite Me, una empresa dedicada a crear sitios web inclusivos, incluyen la misma tipografía como una opción amigable para las personas con déficit de atención.
La Comic Sans: más simple y más legible
De acuerdo con lo que señalan en éstos y otros sitios web, la razón por la que la Comic Sans es una tipografía recomendada para las personas con dislexia, autismo y déficit de atención, es principalmente por su legibilidad:
- No tiene serifas o remates, que son esos adornos ubicados en los extremos de las líneas de los caracteres, como en las tipografías Times New Roman o Garamond.
- Hay más espacio entre cada letra, lo que en conjunto con la ausencia de remates hace que los textos escritos con Comic Sans luzcan menos saturados.
- Tiene menos glifos rotados o en forma de imagen especular: cada letra de la Comic Sans es única y distinguible, evitando confusiones en letras como la "b", "d", "p" y "q" - aunque curiosamente esa falta de uniformidad es una de las cosas que no gusta a muchos diseñadores.
Sin embargo, a pesar de que la recomiendan, también están conscientes de que no es precisamente una tipografía que agrade a muchos: en 2022, la asociación de dislexia de Escocia lanzó la campaña "There's nothing comic about dyslexia" para crear conciencia sobre la dislexia, invitando a los diseñadores transformar ese odio por la Comic Sans y enfocarlo en crear tipografías que logren cumplir con las ventajas que ésta aporta.
Y aunque el resultado de la campaña dejó una nueva tipografía para utilizar de manera gratuita en éste y otros casos, lo cierto es que es poco probable que la Comic Sans deje de ser utilizada, por mucho que pese a los diseñadores.
Imagen de portada | Montaje propio con fotografía de Anna Shvets en Pexels