Conservar los alimentos, a priori, no parece tener demasiada complicación: los metes en la nevera si vas a consumirlos en los próximos días, o en el congelador si necesitamos guardarlos por más tiempo. Pero la cosa no es tan simple, y es habitual caer en errores que pueden poner en peligro nuestra salud.
En los últimos años ha habido grandes avances en seguridad alimentaria y malos hábitos que teníamos como costumbre han sido desmontados por la ciencia. Hay dos errores muy habituales que tienen que ver con la conservación de los alimentos en el congelador, en los que yo también he caído.
Primer error: descongelar alimentos fuera de la nevera
Al descongelar los alimentos no debemos dejarlos sobre la encimera de la cocina para que se descongelen, y mucho menos sobre un radiador o con agua caliente. Nunca hay que descongelar a temperatura ambiente, hay que hacerlo previamente en la nevera.
A medida que se descongele, la temperatura del alimento irá subiendo hasta alcanzar la temperatura ambiente de la cocina, y esto es un festín para las bacterias que buscan cualquier oportunidad para multiplicarse. Así que, tendremos que ser previsores y pasar con antelación a la nevera lo que deseemos consumir, unas 12 horas antes de su preparación.
La explicación científica es que al congelar un alimento, se destruye o paraliza el metabolismo de las bacterias que descomponen los alimentos, pero no todos los microroganismos mueren en el proceso de congelación. Y los que sobreviven, al reactivarse, se encuentran un medio increíblemente proclive a su reproducción: agua abundante y todo tipo alimento.
Otro detalle que pocos conocen es que una vez que se ha descongelado el alimento, se debe consumir en los siguientes dos días como máximo si llevan carne o pescado, y en tres o cuatro días si hablamos de otra preparación.
Segundo error: volver a congelar alimentos no cocinados
Es otro hábito muy frecuente, y muy peligroso para nuestra salud, es volver a congelar alimentos que ya hemos descongelado, sin haberlos cocinado previamente.
"Porque durante la descongelación se liberan líquidos que favorecen el desarrollo de bacterias y si lo volvemos a congelar, en el ciclo de descongelación posterior va a aumentar la carga de bacterias. Si lo hacemos repetidamente, cada vez que lo hagamos, el riesgo aumentará. Además, el alimento se va deteriorando con los ciclos de congelación y descongelación, por los cambios que sufre cuando el agua se transforma en hielo".
Así lo explica en una entrevista Miguel Ángel Lurueña (@gominolasdepetroleo), doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos: si queremos volver a congelar los alimentos "solo podemos hacerlo si lo hemos cocinado previamente. Si tenemos carne cruda congelada, la descongelamos, la cocinamos y podemos volver a congelarla".