Sucedió en Benidorm a una bebé de apenas ocho días que sufrió un episodio de apnea. La madre observó que la niña se estaba asfixiando; se había puesto roja y presentaba dificultades para respirar.
Afortunadamente el susto no acabó en tragedia gracias a la rápida actuación de la madre que practicó las maniobras necesarias para reanimarla y lograr que volviera a respirar. Enseguida la ambulancia y la policía acudieron al lugar y trasladaron a la bebé al hospital donde permaneció cuatro días ingresada.
Según nos cuenta la madre, con quien hemos contactado, los médicos le han dicho que sufrió un episodio de apnea que no supo gestionar debido a su inmadurez. Tras hacerle varias pruebas, se descartó cualquier problema y la niña ya se encuentra en casa recuperándose.
¿Qué hacer si mi bebé se está asfixiando?
Si el bebé se está asfixiando, tendrá un llanto entrecortado, dificultad para respirar, y se pondrá rojo o incluso amoratado. Lo primero que debemos hacer es pedir que alguien llame a emergencias mientras intentamos resolverlo.
Si todavía está consciente, debemos realizar la Maniobra de Heimlich en lactantes, colocando al bebé en posición abajo sobre el antebrazo con la cabeza un poco más baja que el resto del cuerpo. A continuación, dar cinco golpes enérgicos en la espalda del bebé, entre los omóplatos, con la almohadilla de la palma de la mano.
Si a pesar de los golpes vemos que el bebé no está respirando (esto es más habitual si se ha atragantado con algún objeto sólido), pasaremos a hacer compresiones torácicas. En ambos casos se intenta aumentar la presión intratorácica del bebé para producirle una tos artificial y ayudarle a mover el objeto o lo que sea que obstruye la vía aérea.
Se voltea al bebé boca arriba sujetando la cabeza por la nuca y se inician las cinco compresiones torácicas con dos dedos colocados perpendiculares al pecho. Volvemos a colocar al bebé boca abajo y repetimos hasta que expulse el objeto o lo que sea que provoque la asfixia.
Aquí tenéis un vídeo de la Cruz Roja de Bizkaia donde explican la técnica, y aunque espero que no tengáis que realizarla, es muy importante saber cómo reaccionar en esos momentos en los que nos invade el pánico y cada segundo cuenta.
Si no fuera así y el bebé perdiera la consciencia, deberemos comenzar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) colocándolo sobre una superficie plana y comenzando a hacer insuflaciones. En este otro vídeo nos explican en detalle cómo hacerlo en lactantes:
Noticias como éstas nos recuerdan la importancia de que todos sepamos primeros auxilios y técnicas de reanimación pulmonar, desde chicos hasta grandes, pero especialmente siendo padres, pues tenemos pequeños a nuestro cargo y nunca está de más estar preparados para saber cómo actuar en caso de un atragantamiento.
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