Un orfanato no es el sitio ideal para un niño, por tanto un mejor amigo que haga la estancia más llevadera es algo que nunca se olvida. Hannah, de 4 años, y Dada, de tres, compartieron orfanato en China desde que tenían pocos meses esperando el momento en que una familia los adoptara. Hannah se fue primero. Fue adoptada por una familia de Texas (Estados Unidos) que fue a por ella, dejando a su amigo en el orfanato. No sabían que la vida volvería a reunirlos.
Once meses después, Dada fue adoptado también por una familia de Texas. La niña fue a recibir a su amigo al aeropuerto junto a su nueva familia, y al reencontrarse no podían ocultar su felicidad. "Deben haberse abrazado como 400 veces", dijeron los padres. Ahora viven a tan solo cinco minutos de distancia.
Son más que mejores amigos. Están juntos prácticamente desde que nacieron y compartieron la misma madre adoptiva de fin de semana que iba a pasar tiempo con ellos. Entre ellos se llaman "hermano" y "hermana". Fueron su única familia durante años y separarse no debe haber sido fácil para ninguno.
Los padres adoptivos de Hannah enseguida se dieron cuenta de la estrecha relación que había entre ambos. Era evidente el cariño que se tenían. En las fotos que les llegaban a través de la agencia de adopción, los niños estaban siempre jugando juntos o tomados de la mano.
La madre de la niña no podía dejar de pensar en aquel niño y decidió hacer pública su historia en Facebook. A través de un amigo en común, Amy y su marido, padres de tres hijos, se sintieron conmovidos por la situación del niño y decidieron adoptarlo.
Menos de un año después, volvieron a reunirse para siempre. Gracias a ellos, los padres se han hecho buenos amigos y los niños podrán seguir compartiendo mucho tiempo juntos. Incluso bromean con que tal vez en el futuro sean legalmente una familia.
Foto y vídeo | Sharon Cutcher Sykes
Vía | CBS News
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