Las habilidades sociales son las capacidades que tenemos para interactuar de manera efectiva con otras personas. En ellas se incluyen cosas como la comunicación verbal y no verbal, la escucha activa y la capacidad de resolver conflictos, problemas o diferencias.
Este tipo de habilidades en particular son esenciales para ayudarnos a crear y nutrir relaciones saludables, tanto en nuestra vida personal como en la profesional, ya que nos permiten expresar lo que pensamos, creemos y sentimos de manera clara y adecuada, así como a escuchar y tomar en cuenta a los demás.
Sin embargo, las habilidades sociales pueden no ser fáciles para algunas personas por motivos diversos, haciendo que caigan en tener comportamientos que quizás son peculiares o podrían incluso considerarse como rudos o descorteses.
En este caso, es importante recordar que, en caso de encontrarnos ante alguien que no cuente con buenas habilidades sociales, habremos de intentar ser empáticos y no juzgarles sino intentar comprender que detrás de ello puede haber algo más.
Estas son algunos de los comportamientos que delatan a las personas con escasas habilidades sociales:
1) Se les dificulta iniciar y mantener conversaciones
Las personas con escasas habilidades sociales suelen tener problemas para iniciar una conversación y para seguir el ritmo de la misma. Les cuesta ser los primeros en hablar con otros y pueden tener algunos comportamientos que a primera vista podrían parecer una falta de educación, como quedarse en silencio más tiempo del necesario, responder de forma demasiado breve o incluso desviarse del tema sin darse cuenta.
Lo que debemos comprender, es que no se trata de personas a las que no les importe lo que tenemos que decir o que no estén interesados en convivir con nosotros, sino que es posible que no sean buenos conversadores y no saben cómo responder ante ciertas señales sociales, lo que nos lleva al siguiente punto...
2) Les cuesta entender las señales sociales y la comunicación no verbal
Quienes no tienen muy buenas habilidades sociales tienen mayor dificultad para detectar y entender ciertas señales sociales, como cuando una persona desea hablar o cambiar el tema de una conversación, así como dificultad para detectar emociones o intenciones en el tono de voz de la otra persona, al no darse cuenta que está molesta o que está intentando finalizar la plática.
Otro ejemplo de esto puede ser que interrumpan con frecuencia a los demás o que alarguen demasiado una conversación, porque sienten la necesidad de expresar lo que quieren decir en ese momento sin ser conscientes de que la otra persona también desea hablar.
3) No hacen contacto visual
Un comportamiento que también es común en las personas con escasas habilidades sociales es la falta de contacto visual al interactuar con otros. Puede haber diversos motivos detrás de ello, como timidez, incomodidad o quizás hasta porque no comprenden su importancia.
Esto puede hacer que algunas personas parezcan desinteresadas en lo que estamos diciendo o incluso que nos den la impresión de ser deshonestas al no vernos a los ojos, aunque no sea el caso.
4) Manifiestan ansiedad social
A las personas que no tienen buenas habilidades sociales les cuesta mucho desenvolverse en entornos donde tengan que interactuar con otros. Por ejemplo, pueden sentirse nerviosas o incómodas en reuniones, fiestas o incluso en pequeños grupos.
Algunos comportamientos de esa ansiedad social pueden encontrarse o identificarse principalmente en su lenguaje corporal (rara vez comunicarán verbalmente que se sienten incómodos): suelen estar de brazos cruzados, hacen movimientos nerviosos o sonrisas forzadas, y su postura y expresiones faciales dejan claro que desearían estar en otro lugar.
Como comentario final, reiteramos que reconocer estos comportamientos pueden ser clave para entender mejor a otras personas y no juzgarles, entendiendo que todos tenemos áreas en las que podemos mejorar para lograr tener relaciones genuinas y valiosas.
Foto de portada | Liliana Drew en Pexels