Esta es una de esas historias de superación que nos emocionan hasta las lágrimas. Donde una imagen vale más que mil palabras. Es la historia de Alex, un padre, que finalizó un triatlón Ironman junto a Harrison, su hijo de 8 años con distrofia muscular progresiva.
Las personas con esta enfermedad tienen un pronóstico de vida que no supera los 25 años, por eso su padre ha querido hacerlo vivir una experiencia muy especial participando en una de las pruebas más duras del mundo y demostrándole que están juntos hasta el final.
Harrison fue diagnosticado con distrofia muscular de Duchenne, la distrofia muscular más común que afecta a uno de cada 3.500 niños en el mundo. Es una enfermedad que daña las células musculares afectando progresivamente la movilidad y limitando significativamente los años de vida de los afectados.
Cuando recibieron la noticia fue terriblemente desalentador para toda la familia. Alex investigó todo sobre la enfermedad e inspirado en la historia de Dick y Rick Hoyt, en la que un padre y su hijo con parálisis participaron juntos en más de 1.000 carreras, decidió protagonizar su propia historia junto a su segundo hijo.
Se decidió entonces a competir en el triatlón Ironman de Dinamarca el año pasado. Además, creó el Fondo de Harrison, para recaudar dinero e invertirlo en el equipo que investiga su enfermedad.
El padre entrenó con cargas de hasta 50 kilos para simular el peso del pequeño. Finalmente, llegó el día y tras 15 horas, 36 minutos y 26 segundos después del inicio de la carrera, cruzaban la meta de la prueba. Su hijo le dijo una frase que mereció todo el esfuerzo: “Lo hemos conseguido juntos papá”.
Vía | Onda Cero
Más información | Harrison Fund
En Bebés y más | 'La historia de Jan', un emotivo documental que muestra el día a día de un niño con Síndrome de Down