De todos los datos obtenidos, el que más destacaba eran las nauseas o vómitos que sufrían o habían sufrido durante el embarazo, al parecer, existía una reducción de hasta un 30% menos de posibilidades de padecer cáncer y cuanto más intensos y continuados eran los vómitos, más se reducía el riesgo.
De todos modos esto parece la punta del iceberg, se necesitaran muchos más estudios y con otros grupos de control para determinar las causas reales de esta curiosa asociación.
Vía | Reuters Más información | University at Buffalo