Lucas es de Almería, tiene tres años y lleva desde los 11 meses luchando contra una leucemia. Sus padres han hecho un llamamiento en redes sociales para concienciar sobre la importancia de donar médula, pues cuantos más donantes haya en el registro, más posibilidades tendrán los pacientes como Lucas de encontrar uno compatible.
Hemos querido conocer de cerca la historia de este pequeño guerrero, y recordar en qué consiste la donación de médula y cómo puede ayudar este trasplante a los niños enfermos de cáncer.
Motril se vuelca con el pequeño Lucas
Con 11 meses, Lucas fue diagnosticado de una leucemia linfomblástica aguda. Durante un tiempo estuvo en tratamiento y parecía que la enfermedad remitía, pero con tres años ha vuelto a recaer, y ahora necesita un trasplante de médula ósea urgente.
Sus padres, Patricia y José Antonio, están difundiendo su caso en redes sociales (han creado una página en Facebook llamada 'Médula para Lucas') con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de hacerse donante de médula y ayudar a salvar la vida de los pacientes con leucemia.
El pequeño, que vive en la localidad de Aguadulce, cerca de Motril (Granada), ha despertado una ola de solidaridad entre sus vecinos, y muchos han aprovechado las colectas de sangre que a menudo se hacen en los diferentes municipios, para hacerse también donantes de médula.
Cómo hacerse donante de médula
Tal y como se informa desde la Fundación Josep Carreras, dentro del grupo familiar, los hermanos son los mejores donantes para un paciente que necesita un trasplante de médula ósea, debido a que existe un mayor grado de compatibilidad.
Sin embargo, sólo uno de cada cuatro pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante familiar compatible, con lo que el resto de pacientes debe recurrir a los donantes voluntarios inscritos en los registros internacionales de donantes, o a la sangre del cordón umbilical donada por las familias cuando nace su bebé.
La donación de médula es voluntaria, altruista y no es específica para una persona concreta. Requiere del máximo compromiso por nuestra parte, por lo que es necesario informarnos previamente del procedimiento en nuestro hospital de referencia, con el fin de aclarar todas las dudas que puedan surgir a la hora de tomar la decisión.
Si cumplimos con los requisitos exigidos para donar, tendremos que inscribirnos en el registro de donantes de médula ósea, donde nos realizarán una simple analítica de sangre. A partir de ese momento, nuestros datos quedarán guardados a la espera de un donante compatible, en cuyo caso nos avisarían para proceder a la donación.
Entre los requisitos necesarios para poder donar se encuentra tener entre 18 y 40 años de edad, contar con buen estado de salud, un peso mínimo de 50 kg y no tener antecedentes de enfermedades cardíacas, hepáticas, autoinmunes, infecto-contagiosas o neoplásicas.
En cuanto a la donación, en un 70 por ciento de los casos el procedimiento mediante citoaféresis o donación de sangre periférica, y en casos muy excepecionales tiene lugar mediante cirugía. Una vez hecha la donación, el producto obtenido se administra al paciente como si fuera una transfusión.
Si aumenta el número de donantes, los enfermos de leucemia tendrán más posibilidades de curación al encontrar un donante compatible. En cualquier caso, si por algún motivo no pudiéramos donar, también podemos ayudar de otras formas, como compartiendo este tipo de informaciones para llegar al mayor número de gente posible, o haciendo donativos para contribuir a la investigación científica.
La leucemia, el cáncer infantil más frecuente
Según la Fundación Josep Carreras, cada año se diagnostican 5.000 nuevos casos de leucemia en España. Por otra parte, otras hemopatías malignas como los linfomas o el mieloma múltiple afectan respectivamente a 7.000 y 2.000 nuevos pacientes cada año en nuestro país. En cuanto a los niños, la leucemia es el cáncer infantil más frecuente, con una incidencia del 30 por ciento de los cánceres pediátricos.
La leucemia consiste en la proliferación incontrolada de una población anómala de células de la sangre. Estas células anómalas infiltran la médula ósea, impidiendo la producción de las restantes células normales e invaden la sangre y otros órganos.
La leucemia linfoide es la más frecuente entre los niños, mientras que la leucemia mieloide aguda constituye un 20 por ciento de las leucemias diagnosticadas en esta etapa de la vida. La incidencia anual en la edad pediátrica de la forma mieloide es de ocho casos por cada millón de niños menores de 15 años, dándose especialmente antes de los dos años.
A pesar de todos los avances y la incesante investigación, todavía se desconocen las causas que provocan la leucemia, aunque se han establecido ciertos factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de este trastorno, como grandes dosis de radiación de elevada energía, determinadas características genéticas como el Síndrome de Down, o la exposición a ciertos agentes químicos. Además, los científicos han identificado un virus que parece aumentar el riesgo a contraer un tipo de leucemia muy infrecuente, aunque se sigue investigando.
Vía | La Vanguardia
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