Si hace poco hablábamos del extraordinario caso de mellizos de diferente padre, ahora os traemos otro caso excepcional, aunque esta vez ambos niños son del mismo padre.
Kayleigh Okotie es una madre de 32 años que dió a luz en Cambridge (Reino Unido) a mellizos -un niño y una niña- con diferente color de piel. Ella y su marido, Jordan King, se sorprendieron al ver a sus recién nacidos tan distintos, pero según ha dicho la madre al diario británico ‘Daily Mail’, esta curiosa situación le pareció una ventaja: “Va a ser muy fácil reconocerlos”.
Los bebés nacieron en el Hospital de la Universidad de Homerton tras un largo trabajo de parto y una cesárea de emergencia.
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Jaziyah nació con piel clara y su hermana, Naylah, con un tono más oscuro.
Con cuatro meses de edad, su madre explica que los bebés tienen personalidades completamente diferentes, pero que a pesar de tener un color de piel diferente, se parecen bastante: tienen los mismos ojos y la misma forma de cara.
La madre tiene además otros cuatro hijos, de seis, siete, 13 y 15 años de una relación anterior, y dijo que todos están enamorados de sus nuevos hermanitos.
¿Cómo es posible que tengan diferente tono de piel?
Los gemelos fraternos, que no son idénticos, son dos hermanos concebidos a la vez. Se liberan dos óvulos que han sido fertilizados simultáneamente, por lo que los embriones resultantes tienen un ADN muy diferente, y su aspecto físico también lo es, como puede ser el de cualquier hermano nacido en diferente parto.
En este caso, su padre es negro y la madre es mestiza, puesto que su madre es inglesa y su padre nigeriano, por lo que no es tan extraño que en una pareja interracial y con antecedentes afroamericanos, los niños hayan nacido con diferente tono de piel.
Según diversos estudios, el color de la piel está determinado por siete genes diferentes, que trabajan en conjunto. Cuando los genes de un óvulo se combinan con los de un espermatozoide resulta una forma de ADN diferente al de ambos.
El color de la piel depende de cuántos genes con tendencias a ser oscuros, o viceversa, aporta cada padre. En este caso, sucedió algo extremadamente raro que se da una vez en un millón: un espermatozoide con genes con tendencia a un tono de piel claro se fusionó con un óvulo similar, y otro espermatozoide con genes con tendencia a un tono oscuro, se fusionó con un óvulo similar.
El resultado de este fenómeno son dos bebés que poseen tonos de piel diferentes.
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