Braysen tiene autismo. Tenía que desplazarse en avión, así que su madre intentó prepararle para afrontar todo tipo de percances. Pero en el vuelo de vuelta a su casa en Houston (Estados Unidos), el niño, de solo cuatro años, sufrió una crisis.
Pero, tal y como comparte Lori Gabriel, su mamá en su cuenta de Facebook, tanto los pasajeros con la tripulación fueron muy comprensivos y ayudaron al pequeño a que se sintiera más cómodo. Sin duda alguna, un bonito gesto que todos deberíamos tener en situaciones así y no protestar y poner malas caras porque "el niño sentado detrás no para de dar patadas asiento, el bebé no deja de llorar y aquel pequeño corre por el pasillo como si estuviera en casa".
"Gracias por ser tan comprensivos"
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños tiene un Trastorno del Espectro Autista (TEA), que implica problemas de neurodesarrollo y de funcionamiento cerebral, dificultando sus interacciones sociales.
Cuando un niño con autismo sufre una crisis es muy difícil calmarle y no todos lo entienden, sobre todo si es la primera vez que se enfrentan a una situación así.
Y eso lo sabe bien Lori, la madre de Braysen. De ahí que haya querido compartir su experiencia en un vuelo de la compañía United Airlines para agradecer a sus compañeros de viaje que fueran tan comprensivos.
Cuenta que a su hijo normalmente le gusta viajar, pero en este vuelo no fue así.
"Era imposible lograr que se quedara sentado, quería sentarse en el suelo en el pasillo y en primera clase. Gracias a United Airlines porque se acomodaron a sus necesidades y se aseguraron de estuviéramos bien, ayudándole a que se acomodara donde él quiso".
Así empieza la entrada de Lori que pode que se comparta, y que incluye incluso una nota de "la señora del asiento 7D", a quien da las gracias porque "tal vez no sepan lo que significa para nosotros cuando nos sentimos derrotados".
También habla del "hombre del asiento 6C de primera clase", que jugó con Braysen y a quien no le importó que diera patadas a su asiento. "¡Le encantó su choque de manos!"
Lori pide que se comparta su publicación en las redes sociales y llegue a los auxiliares de vuelo que "fueron tan comprensivos y lograron que nuestro vuelo fuera menos estresante".
"Continúa siendo una súper mujer"
Forma parte de la nota que una pasajera entregó a Lori tras finalizar el vuelo de tres horas, tal y como contó a la agradecida mamá a Fox News y que fue acompañada de un abrazo:
"Tú y tu familia sois queridos y apoyados. Nunca dejes que nadie te haga sentir como si fueras un inconveniente o una carga. Él es una bendición. Dios bendiga tu paciencia, tu amor, tu apoyo y tu fortaleza. Continúa siendo una súper mujer".
Y es que parece que el viaje hubiera sido imposible sin la ayuda de la tripulación y la comprensión de los pasajeros.
"Era hora de despegar y mi hijo quería sentarse en el suelo. Intenté llevarlo de vuelta a su silla y ponerle el cinturón de seguridad; fue entonces cuando tuvo una crisis y comenzó a patear, gritar y golpear".
La mamá continúa explicando a Fox que al principio nadie se acercó a ayudarles e incluso una auxiliar de vuelo le explicó que no podrían despegar hasta que el niño permaneciera sentado.
Tras comentarle que su hijo tenía autismo, "fue muy amable" y le permitió sostener al niño en su regazo durante el despegue. La asistente de vuelo le comentó que, después de que apagaran la señal del cinturón de seguridad, podría dejarlo tranquilo para que se calmase.
"Fue difícil, se peleaba conmigo todo el tiempo, pateaba los asientos... pero el pasajero que estaba delante de nosotros me alzó la mano diciéndome que no me preocupase".
Tay como comenta su madre Braysen se sentó en el suelo en medio del pasillo una vez que ya estaban en el aire y comenzó a golpear el suelo y a gritar. Después, se dirigió a los pasajeros de la primera clase y comenzó a jugar con una de las manillas del asiento de un pasajero. En lugar de apartarse, le sonrió y le ofreció su mano diciéndole "choca esos cinco, compañero". El niño le sonrió y chocó su mano con él.
Pero no fue el único, según explica Lori:
"Después de un rato, todos los pasajeros fueron amables, le preguntaron su nombre, le mostraron fotos en sus móviles y lo dejaron sentarse donde quisiera. La azafata seguía preguntando si necesitábamos algo y varios asistentes de la tripulación se aseguraron de que estuviésemos atendidos".
"Gracias a nuestros pasajeros solidarios"
El deseo de Lori se cumplió y pronto su publicación comenzó a compartirse. Incluso recibió un mensaje en Twitter de la aerolínea estadounidense agradeciendo la actitud de los pasajeros.
"Parece ser que Braysen y su madre tuvieron un gran vuelo. Estamos felices de que nuestra tripulación haya podido hacer de tu viaje una experiencia agradable. ¡Estamos encantados de ver que tenemos pasajeros tan cariñosos y solidarios! ¡Esperamos ver a Braysen muy pronto!".
Vía | Fox News
Fotos | Facebook Lori Gabriel
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