En el primer semestre de 2019 se han registrado el mayor número de casos de sarampión desde 2006. Es uno de los preocupantes datos facilitados ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el avance de la enfermedad en el mundo.
Ya el organismo había advertido del crecimiento del sarampión durante el primer trimestre en un 300 por cien respecto a las mismas fechas de 2018. La caída de la vacunación, el principal desencadenante.
Sin contabilizar muchos más casos
Desde enero, 182 países han informado de 364.808 casos de sarampión, casi tres veces los contabilizados en el mismo periodo del año pasado. Pero hay más, tal y como advierte la OMS, ya que se trata de cifras provisionales pues los países aún están reportando casos. De hecho, calcula que "apenas recoge uno de cada 10 casos reales".
La República Democrática del Congo, Madagascar y Ucrania han comunicado el mayor número de casos este año. Sin embargo, los casos han disminuido mucho en Madagascar en los últimos meses como resultado de las campañas nacionales de vacunación de emergencia contra el sarampión, lo que pone de relieve la eficacia de la vacunación para poner fin a los brotes y proteger la salud.
Se están produciendo brotes importantes en Angola, Camerún, Chad, Filipinas, Kazajstán, Nigeria, Sudán del Sur, Sudán y Tailandia.
Peligro de propagación rápida
Al mismo tiempo, se están produciendo brotes incluso en países con altas tasas nacionales de vacunación. Esto se debe a las inequidades en la cobertura de la vacuna, y a las brechas y disparidades entre las comunidades, las áreas geográficas y los grupos de edad. Cuando un número suficiente de personas que no son inmunes están expuestas al sarampión, éste puede propagarse muy rápidamente.
Se necesita inmunidad de grupo (al menos un 95% de personas vacunadas) no solo para proteger a personas inmunocomprometidas, sino también a recién nacidos o bebés que aún no han recibido todas sus vacunas, a embarazadas para quienes ciertas vacunas están contraindicadas, y a personas ancianas.
Estados Unidos ha reportado el mayor número de casos de sarampión en 25 años. Y en Europa se han registrado cerca de 90.000 casos en los primeros seis meses de este año, lo que supera a los registrados en todo el año 2018 (84.462), los más altos de la presente década.
Las razones por las que las personas no son vacunadas varían significativamente entre los países:
Falta de acceso a servicios de salud o de vacunación de calidad.
Conflictos y desplazamientos.
Falta de conciencia sobre la necesidad de vacunar.
De hecho, según la OMS, el sarampión se está propagando entre los niños mayores, los jóvenes y los adultos que no han sido vacunados en el pasado.
Según los datos de cobertura de la OMS y UNICEF publicados en julio de 2019, el 86% de los niños han recibido la primera dosis de la vacuna contra el sarampión y el 69% la segunda. Esto significa que alrededor de 20 millones de niños y niñas en 2018 no recibieron la vacuna contra el sarampión a través de sus programas de vacunación sistemática.
Además, 23 países todavía no han introducido la segunda dosis de la vacuna contra el sarampión en su lista nacional.
Protegerse antes de viajar
La OMS nos insta a que comprobemos que la vacuna contra el sarampión está al día, con las dos dosis administradas correctamente antes de viajar.
De acuerdo con sus últimas recomendaciones de viaje, todos los mayores de 6 meses deben estar protegidos contra el sarampión antes de viajar a una zona donde existe algún brote de la enfermedad.
Y de no estar al día, recomienda ponerse la vacuna contra el sarampión al menos 15 días antes del viaje.
Lo que hay que saber del sarampión
Se trata de una de las enfermedades víricas más contagiosas que existen, afecta sobre todo a los niños y que puede ser extremadamente grave, según explica la OMS.
La mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas, pero no siempre: el sarampión puede causar complicaciones graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía.
Las complicaciones ocasionadas por el sarampión terminan en una hospitalización hasta en un cuarto de los casos, y puede ocasionar secuelas graves para toda la vida, como daño cerebral y pérdida de la visión y el oído.
No existe un tratamiento específico para el sarampión aunque se puede prevenir de manera efectiva y segura con la vacunación. La vacuna del sarampión forma parte de la triple vírica junto a la rubeola y la parotiditis. Según el calendario vacunal de la AEP, se administra una primera dosis entre los 12 y los 15 meses y una segunda dosis de refuerzo entre los dos y los cuatro años.
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