Piden ayuda a través de Internet para su bebé, que nació sin extremidades, y la respuesta de la gente les da una gran lección

Piden ayuda a través de Internet para su bebé, que nació sin extremidades, y la respuesta de la gente les da una gran lección
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No es la primera vez que nos hacemos eco de historias de bebés que llegan al mundo contra todo pronóstico, dando una lección de superación, fortaleza y lucha.Bebés por los que, inicialmente, nadie apuesta pero que años después hipnotizan al mundo con su mirada y sus ganas de vivir.

Hoy os traemos otra de estas historias: un bebé con graves malformaciones físicas que ha conseguido que miles de personas anónimas apuesten por él, le amen sin conocerle y contribuyan a su bienestar y cuidados. Porque a pesar de tristes excepciones, la bondad del ser humano es infinita.

Rechazó hacerse ecografías de control

Alexandra estaba embarazada de su primer bebé, y como todas las madres ansiaba que llegara el momento de tener a su pequeño en brazos. Soñaba con un parto en su casa, en una bañera que había instalado en la intimidad de su habitación.

Su embarazo había transcurrido con normalidad, aunque la mujer había optado por el menor intervencionismo médico posible y había rechazado hacerse pruebas de ultrasonido. Aún así, en los controles neonatólogos que tuvo le decían que todo marchaba bien.

Entrada la semana 41 acudió a una ecografía que diera luz verde al parto en su domicilio y fue en aquel momento cuando las imágenes revelaron que el bebé tenía serias anomalías en las extremidades y se desconocía cómo podía afectar esta malformación al resto de órganos.

Forrest vino al mundo en septiembre en un hospital de Carolina del Sur (Estados Unidos), tras una cesárea de urgencia. Afortundamente, sus órganos estaban sanos pero sus extremidades no se habían formado. No tenía piernas ni brazo izquierdo, y aunque el derecho se había desarrollado por completo, los huesos de la mano estaban fusionados y necesitaría de cirugía para separarlos.

bebé sin brazo

En aquel momento, Alexandra sintió el peso del miedo, la angustia, el rechazo y la culpa. Temía que su hijo no fuera aceptado por la sociedad y temía el futuro que le esperaba.

Por lejos de rendirse o caer en una espiral de tristeza, Alexandra y su marido Brandon decidieron abrir una cuenta de GoFundMe y compartir la historia de su hijo. Necesitaban ayuda para salir adelante, y confiaban en la generosidad de la gente.

Un ola de generosidad

Lo que provocó la historia del pequeño Forrest fue una ola de amor incondicional, apoyo, generosidad y aceptación que sus propios padres no esperaban y que a día de hoy les sigue sorprendiendo:

"Mi maestra siempre decía,"No creo en los milagros, confío en ellos". Como profesora de yoga que soy trabajo muy comprometida con el ser humano. Mi pasión es enseñar el paradigma de la unión y la magia que surge cuando nos superamos a nosotros mismos, y todos trabajamos juntos" - reflexionaba en una carta en Today

bebé

A los pocos días de abrir la cuenta en GoFundMe la pareja ya había recaudao casi 50.000 euros, la mitad de los fondos que han estimado que necesitarán para adaptar su hogar, comprar aparatos ortopédicos, asientos especiales para el coche o contratar servicios de terapia física y ocupacional para Forrest.

Además, recibieron donaciones de pañales, fisioterapeutas que ofrecieron sus servicios de forma gratuita, fotógrafos que quisieron regalarles una sesión de fotos con su bebé e incluso ropa diseñada especialmente para él.

A día de hoy, dos meses y medio después del nacimiento de Forrest, las donaciones ascienden a 66.000 euros y siguen subiendo cada día.

Las reflexiones de una madre

Pero si hay algo que me ha emocionado especialmente de esta historia es la reflexión que hace Alexandra, sin tabúes y sin miedos, expresando con sinceridad sus sentimientos e invitándonos a pensar detenidamente sobre lo que consideramos "normal" y lo que no.

"Forrest nació el 10 de septiembre y era hermoso. Tenía un corazón y un cerebro sanos. Su primer grito fue un milagro, como es y será su existencia; aunque él no es lo que cualquier de nosotros esparaba.

"Aceptar a Forrest requiere un cierto grado de coraje. Dejar a un lado nuestros propios puntos de vista sobre lo que consideramos "normal" y los prejuicios que, al menos en mi caso, tenía. Sesgos que nos hacen pensar que las cosas tienen que ser de una manera, y si llegan de manera diferente es que están mal"

"Cuando Forrest nació pasamos por toda la gama emocional por la que se puede pasar. Experimentamos el terror, la angustia, un tinte de rechazo que muy pronto dio paso al amor más incondicional; experimentamos el dolor, el anhelo y la sensación de que algo había salido terriblemente mal.

"Por razones desconocidas, este es el cuerpo que alberga su espíritu y sería muy tonto tratar de entender o cuestionar el por qué es así. Nuestro trabajo es rendirnos, aceptar, y amar con el corazón abierto de par en par"
bebé en brazos

"Inicialmente no pensábamos compartir su historia, pero varios amigos nos propusieron organizar un fondo para él. Y si bien al principio me daba vergüenza hacerlo, ahora me doy cuenta de que necesitaremos una gran tribu para criar a este hijo"

"El deseo colectivo de ayudarnos me ha demostrado que mi miedo más grande, el miedo al rechazo o a que la gente no le quisiera, no tienen ningún fundamento. Le miro a los ojos y sonrío: ¡y yo que pensaba que sabía lo que era el amor antes de que él llegara! Algo me dice que cuando lo conozcas, sentirás lo mismo.

forrest durmiendo con su padre

Sin duda, creo que la historia de Forrest nos da a todos una gran lección de cómo superar los prejuicios y los miedos, y amar sin condición ni distinción. Porque las diferencias sólo están en los ojos de quien mira, y el amor y la generosidad de la gente que le rodea hará que su vida sea una vida plena.

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