Se acercan las fiestas, una época en la que los banquetes navideños son los grandes protagonistas en las mesas familiares. Tras ellos, las neveras se llenan de sobras de comida que serán consumidas en los días siguientes o convertidas en un nuevo plato, si somos imaginativos.
Pero, ¿cómo podemos conservar estas sobras con seguridad? Hay algunos consejos básicos que mucha gente desconoce como la regla de las dos horas o cuánto tiempo podemos guardar la comida congelada.
Los expertos del Servicio de Extensión AgriLife de Texas A&M comparten pautas de seguridad que os serán muy útiles, tanto para las comidas navideñas como para adoptarlas como costumbre.
Rebecca Dittmar, experta en seguridad alimentaria, advierte que cada minuto fuera del rango seguro de temperatura deteriora la calidad de los alimentos. Entre los 4 y los 60 grados es la "zona de peligro", donde las bacterias se multiplican rápidamente, pudiendo llegar a duplicar su número en tan solo 20 minutos.
Nunca más de dos horas fuera de la nevera
Todos los alimentos perecederos deben refrigerarse dentro de las dos horas posteriores a su salida del horno o del refrigerador.
Pasadas esas dos horas, los alimentos perecederos entran en la zona de peligro. Si los alimentos han estado afuera por más de dos horas, deséchelos para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos.
También es importante tener en cuenta la época del año. Si la temperatura fuera supera los 30 grados, el tiempo de la zona de peligro disminuye a la mitad. Es decir, no se pueden dejar alimentos fuera de la nevera durante más de una hora.
Dejar los alimentos a temperatura ambiente durante demasiado tiempo puede hacer que las bacterias (como Salmonella, Escherichia coli y otros patógenos) crezcan a niveles peligrosos que pueden causar enfermedades.
¿Cuánto tiempo congelar la comida?
Congelar las sobras prolonga su seguridad, aunque la calidad puede disminuir con el tiempo. Lo ideal es mantener la comida congelada entre dos meses y seis meses, como máximo.
Los alimentos que se introducen en el congelador deben ser previamente enfriados. Es preferible hacerlo en varios recipientes pequeños y poco profundos, ya que esto ayuda a enfriar las sobras más rápido.
¿Cómo descongelar y recalentar?
Al descongelar las sobras, hay que hacerlo previamente en la nevera, nunca hay que descongelar a temperatura ambiente. Eso de sacarlo del congelador y dejarlo en la encimera para que se descongele, es la mejor oportunidad para las bacterias que están deseando multiplicarse. Siempre primero a la nevera, puedes hacerlo el día anterior.
Una vez descongelado, cuándo consumir. ¿Cuánto tiempo aguantan las sobras en la nevera si ya las hemos descongelado? Si llevan carne o pescado, se deberá consumir en uno o dos días. Si no, pueden aguantar hasta tres o cuatro días.
Los alimentos que se han congelado y luego descongelado no deben volver a congelarse.
Al recalentar, se debe alcanzar al menos los 70 grados en el interior de la comida durante dos minutos para matar las bacterias. Un termómetro de alimentos para estos casos es una buena inversión, sobre todo si se utiliza el microondas, ya que tiene puntos fríos. Hay que distribuir uniformemente, calentar a intervalos de un minuto y remover las veces que sea necesario hasta que se caliente todo por igual.
Debe evitarse recalentar los alimentos una y otra vez. Debe tenerse en cuenta que la calidad del alimento disminuye cada vez que se recalienta, por lo que es recomendable recalentar solo la cantidad que vaya a consumirse.
Alimentos peligrosos. Hay ciertos alimentos con los que hay que tener especial cuidado al recalentarlos, principalmente con estos:
- El pollo es un alimento muy propenso a la contaminación por salmonela, por lo que debe estar siempre bien cocinado.
- El arroz, parece inocente, pero puede ser peligroso debido a las esporas de la bacteria Bacillus cereus, que crecen muy rápido cuando el arroz está entre 4 y 60 grados. Por tanto, o se debe consumir frío o asegurarse de recalentarlo a altas temperaturas. Además, no hay que dejarlo que se enfríe a temperatura ambiente más de una hora.
- Las verduras de hoja verde, como las espinacas o las acelgas, contienen nitratos, que a altas temperaturas pueden convertirse en nitritos, sustancias perjudiciales y potencialmente cancerígenas.
- Las setas y los champiñones, si han estado a temperatura ambiente durante mucho tiempo, al recalentarlos a altas temperaturas, sufren cambios en su composición, pudiendo causar dolores de estómago e hinchazón.
- Las patatas son un alimento de consumo habitual, pero al recalentarse se puede alterar su sabor y resultar tóxicas si no se calientan lo suficiente.