Se ha hecho viral en redes sociales el vídeo de una mamá chimpancé reencontrándose con su cría tras dos días separados después del parto. Ha ocurrido en el zoológico Sedgwick County Zoo de Estados Unidos, y las imágenes han emocionado al mundo por su increíble ternura.
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El increíble poder del instinto materno
La chimpancé, de nombre Mahale, fue sometida a una cesárea el pasado 15 de noviembre. Pero su cría nació con dificultades para respirar, por lo que tuvieron que separarla de su madre y trasladarla al hospital veterinario del zoo.
Tras dos días evolucionando de forma favorable, los veterinarios consideraron que había llegado el momento de reunir al bebé con su mamá. Para ello, envolvieron al recién nacido en una manta y abrieron la compuerta que lo separaba de Mahale.
En el vídeo puede verse a la madre entrar dentro del recinto donde está su cría y aunque inicialmente no parece percatarse de su presencia, cuando lo hace se abalanza sobre su bebé mientras lo abraza contra su cuerpo balanceándose y emitiendo unos quejidos que emocionan a cualquiera.
Son los quejidos de una madre que durante dos días ha estado separada de su bebé y que por fin vuelve a reencontrarse con él dejando aflorar su más puro instinto maternal.
A través de su cuenta de Facebook, el zoo ha publicado que desde que Mahale se reencontrara con su cría no se ha separado ni un momento de ella, y se pasa el día besándola, acicalándola y amamantándola.
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La reacción de una madre
Es imposible no identificarse y emocionarse con la reacción de esta madre chimpancé y su cría. La forma de abrazar a su bebé tras dos días separados estremece a cualquiera, pero creo que especialmente a quienes somos madres. Y es que estas imágenes son la clara muestra de que el instinto maternal -común a todas las especies- es el impulso natural más increíble, salvaje y puro que tenemos.
A esto hay que sumar, además, las similitudes que encontramos entre la maternidad y crianza de los chimpancés y la nuestra. No en vano, recientes investigaciones han revelado que al igual que nos sucede a los seres humanos, los lazos entre las madres chimpancés y sus hijos son intensos, duraderos y conmovedores. Así, las madres dedican todo su tiempo a cuidar, acicalar y amamantar a sus crías durante sus primeros años de vida, estableciéndose entre ellos un vínculo tan fuerte que perdura incluso en la vida adulta.