El truco de la sal en las ventanas para solucionar un problema común en los meses de invierno

Cada temporada del año viene con sus ventajas y desventajas. En verano, por ejemplo, nos encontramos con las altas temperaturas, que hacen que la casa se sienta sofocante.

Y ahora que estamos aproximándonos al invierno, nos encontramos con algunas molestias o inconvenientes propios de ese descenso de temperatura, desde que el calor se escape por los huecos en puertas o ventanas, hasta uno muy común: el aumento de humedad dentro de casa.

Pero así como hay trucos para sobrellevar los meses de calor, también hay varias cosas que podemos hacer para los típicos problemas invernales, como el truco de la sal en las ventanas.

Si nunca has escuchado sobre éste, quizás te parezca un poco extraño, pero se trata simplemente de un truco que nos ayudará a prevenir la humedad dentro de casa durante los meses más fríos del año.

Como bien sabemos, los ambientes húmedos no son solo algo incómodo sino que también pueden afectar nuestra salud. Pasa que, aunque el nivel de humedad no suele variar mucho a lo largo del año, durante el invierno ésta suele quedar atrapada dentro de casa.

Una de las principales razones por las que esto sucede, además de los aislantes para mantener nuestro hogar calientito, es el contraste térmico entre el exterior y el interior durante la época invernal. 

Estos dos factores hacen que se presente condensación en las ventanas, lo que además de hacer el ambiente más húmedo puede provocar la aparición de moho y malos olores en textiles como sábanas, cortinas y edredones.

Entre lo que podemos hacer para evitar la humedad por condensación dentro de casa encontramos que la ventilación es clave, pero abrir las ventanas en invierno no es algo que nos apetezca mucho hacer, especialmente en los días más fríos.

Cómo colocar la sal en la ventana

Afortunadamente, hay un truco muy sencillo que podemos usar en casa para eliminar el exceso de humedad en invierno: colocar sal en un recipiente poco profundo como una taza, un bol o un frasco y dejarlo junto a las ventanas. Así de sencillo.

Cuando hay una diferencia de temperatura entre el exterior, con aire frío, y el interior, con aire caliente, se forman gotas de agua en las ventanas. Debido a su capacidad para absorber la humedad, la sal ayuda a prevenir que se formen esas gotas por condensación, siendo una solución fácil y económica.

Respecto a la cantidad de sal, ésta dependerá del tamaño de la ventana, pero por lo general es suficiente un recipiente pequeño, que habremos de cambiar cuando notemos que ésta comience a apelmazarse.

Foto de portada | Freepik (jcomp) y Charlotte May en Pexels

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