¿A cuántos grados hay que poner la calefacción de noche en invierno para dormir a gusto y ahorrar?
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¿A cuántos grados hay que poner la calefacción de noche en invierno para dormir a gusto y ahorrar?

Con la llegada de los días, y sobre todo las noches más frías, una de las dudas más habituales a la hora de programar el termostato de casa es cuál es la temperatura mínima de confort en el hogar que a la vez no nos dispare la factura de gasto. 

¿Cuál es la temperatura ideal para dormir por las noches sin pasar frío y que nos permita ahorrar en calefacción? En un escenario de precios energéticos en alza, es más importante que nunca encontrar un equilibrio entre bienestar y ahorro.

Hay que tener en cuenta que la temperatura perfecta para el hogar no es universal, pues puede variar dependiendo de factores como el estado de salud de quienes lo habitan, las condiciones climáticas de la región, las actividades que se realizan en el interior y el nivel de humedad del ambiente.

La temperatura más eficiente a la hora de dormir

Si hablamos en términos generales, la OCU señala que una temperatura de entre 19ºC y 21ºC es suficiente para mantener el confort térmico durante el día. Por la noche, recomiendan reducirla a entre 15ºC y 17ºC, ya que el cuerpo necesita menos calor al dormir.

Es la misma recomendación que hace el IDAE (Instituto para la diversificación y ahorro de la energía) es ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de las viviendas y apagarla por la noche, ya que cuando estamos acostados y arropados no es necesaria la calefacción; con 15-17ºC es suficiente para dormir confortablemente.

Podríamos dejarla encendida por la noche con el termostato a 15-17ºC si la casa esta muy mal aislada y pierde mucho calor por la noche. Como norma, apagar la calefacción por la noche y encenderla unos minutos al levantarse, es mucho mas eficiente que dejarla encendida toda la noche.

Siempre que sea posible, se recomienda ajustar el termostato a 20-21ºC durante el día y utilizar ropa de abrigo para estar en casa, bajar las persianas por las noches para que no se fugue el calor y correr las cortinas para evitar el frío desde los cristales, es lo que técnicamente se denomina pared fría.

Cada grado extra, aumenta el consumo

Por cada grado en que se incrementa la temperatura de un edificio o vivienda, el consumo energético aumenta en un 7%, al igual que el gasto en calefacción y las emisiones de CO2, señala IDAE.

Por su parte, la OMS establece en 18ºC la temperatura mínima en el interior de casa para tener una buena salud si vivimos en climas templados y hablamos de adultos sanos, pero sin distinguir el día de la noche.

Sin embargo, en el caso de bebés, niños pequeños, ancianos, personas enfermas y vulnerables otros estudios recomiendan aumentar esa recomendación a entre los 22ºC y los 24ºC por el día y entre los 18ºC y los 20ºC por la noche.

Imágenes freepik 

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