Desde que hace dos años las principales cadenas de televisón pactaran el Código de Autorregulación, en el que se pretendía proteger a los niños de contenidos inadecuados en las televisiones, y se acotó un horario en el que las diferentes cadenas se comprometían a no emitir escenas violentas, obscenas, palabrotas, etc, las televiones no han hecho más que obviar este pacto y han seguido con la misma política de telebasura y en horario de máxima audiencia infantil. Este problema no existe sólo en los programas de telerrealidad o de corazón - que siguen siendo la fuente principal de violencia- también se emiten muchos dibujos y programas infantiles que vulneran estos acuerdos. Tampoco olvidarnos de anuncios sexistas o con escenas poco apropaidas, aparte de los espacios publicitarios dedicados a productos "vetados" para los niños como chucherias y bollerias.
Ha habido muchas quejas de telespectadores contra las diferentes cadenas y muchos estudios que han reflejado que esto es un hecho y no una mera suposición. El último se centra en la Comunidad Autónoma Valenciana y llega a las mismas conclusiones.
Sólamente una de las ocho cadenas de televisión analizadas por la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu) y la Conselleria de Educación ofrece programación infantil en el horario acordado. La única que cumple es el segundo canal autonómico, Punt 2.
El estudio no sólo critica a las televisiones, sino que también deja entrever que los padres tienen su parte de culpa, ya que obvian los contenidos que los niños ven y se les permite ver cualquier cosa. Además, uno de cada tres menores valencianos tiene una tele en su cuarto, lo que hace más dificíl el poder regular lo que ven.
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