Cómo "sobrevivir" a los primeros años de crianza cuando tus hijos se llevan poca diferencia de edad: mis consejos imprescindibles

Cómo "sobrevivir" a los primeros años de crianza cuando tus hijos se llevan poca diferencia de edad: mis consejos imprescindibles
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Tengo tres hijos y los dos pequeños se llevan tan solo 17 meses, así que probablemente me quede corta si digo que su crianza fue una absoluta locura durante sus primeros años de vida. Ya compartí hace tiempo un post donde relataba mi experiencia, y aunque después del caos inicial las cosas comenzaron a rodar, lo cierto es que no ha sido fácil.

Y es que a la etapa de pañales, lactancia y chupetes, le siguió la de los dos-tres años (juntarse a la vez con dos bebés en la misma fase de rabietas y desafíos es agotador), y después la de los cuatro años y el egocentrismo propio de esta edad. Actualmente, con cinco y seis años parece que su crianza se ha estabilizado, y su padre y yo ya no experimentamos tanto "desgaste" diario como antes.

Son muchas las madres que me escriben angustiadas por la vorágine de su día a día con dos hijos pequeños que se llevan tan poco tiempo. Por eso, me he decidido a compartir aquellas cosas que me han ayudado a afrontar sus primeros años con más calma, esperando que alguno de estos consejos os aporte algo si os encontráis en esta situación.

No "sobrevivas", ¡vive y disfruta!

hermanos

En primer lugar me gustaría aclarar que aunque en el título empleo la palabra "sobrevivir", no pretendo que las madres y padres que estén leyendo esto piensen que los primeros años de crianza de dos niños pequeños consisten simplemente en eso.

Y es que si atendemos a la segunda acepción de la RAE del término 'sobrevivir', estaríamos hablando de "vivir en condiciones adversas", algo que no considero que aplique cuando nos referimos a la crianza.

Dicho esto, y a pesar de que criar a dos hijos que se llevan poco tiempo puede resultar caótico en los primeros años, siempre vas a encontrar momentos de disfrute, de desear que el tiempo se detenga y de admirar la bella relación de hermanos que están construyendo.

Se consciente de esos momentos y grábalos a fuego en tu mente y en tu corazón, pues se convertirán en tu tabla de salvación cuando las cosas se compliquen. Además, te aseguro que antes de que te quieras dar cuenta el tiempo habrá pasado y tus hijos habrán crecido tanto que echarás de menos el "bendito caos" en el que se había convertido tu vida.

No te culpes y date las gracias cada día

maternidad

Criar a dos niños que se encuentran en fases evolutivas similares es como vivir en un eterno 'día de la marmota'. Aún me recuerdo cambiando un pañal tras otro, alternando la lactancia de uno y el biberón de la otra, saliendo de un virus o -itis con el pequeño y metiéndonos de lleno en otro nuevo con la mediana, multiplicando el número de despertares nocturnos...

No voy a negar que algunas de estas situaciones, repetidas día tras día, acaban desgastando. No dormir pasa factura, como también comer 'a trompicones' y tener poco tiempo para uno mismo. Así que es normal que en algún momento pierdas los nervios por no poder abarcar más, te derrumbes o te cuestiones si hay otra forma de hacer las cosas.

Si esto te ocurre, mi consejo es que pares un momento, respires profundamente y te des las gracias por todo lo que estás haciendo: eres la mejor madre/padre que tus hijos pueden tener y eso no debes olvidarlo nunca.

Cualquier tipo de ayuda es bien recibida

Contar con ayuda en la crianza es vital para poder "descargarse" de trabajo, descansar y encontrar momentos para uno mismo. Y te aseguro que cualquier ayuda, por insignificante que pueda parecer, es siempre un regalo.

Recuerdo un día que estaba en el parque con mi bebé de seis meses y mi niña, que todavía no había cumplido los dos años. El pequeño comenzó a llorar y a inquietarse porque tenía hambre, y por otro lado mi hija me tiraba insistentemente del brazo para que la acompañara a los columpios.

Como pude comencé a dar el pecho a mi bebé sujetándolo con un brazo, mientras aupaba a la niña con el otro para subirla al tobogán o empujarla en el columpio. Entonces se me acercó una madre que estaba contemplando la escena -y a la que yo no conocía- y me ofreció su ayuda para balancear el columpio y y que así yo pudiera sentarme en un banco a dar el pecho con calma al bebé.

Aquel sencillo gesto me emocionó muchísimo, pues sin conocerme de nada, esa mujer me hizo la vida un poquito más fácil en aquellos momentos.

Fomenta la autonomía de los niños

autonomía

Fomentar la autonomía de los niños desde muy temprana edad no solo nos beneficia a los padres, sino sobre todo a nuestros hijos, pues les sirve de entrenamiento para la vida, potencia su autoestima, su autoconfianza, la toma de decisiones y su sentido de pertenencia.

En mi caso concreto, comenzar a fomentar la autonomía de mi hija cuando nació el bebé fue crucial para relajar el ambiente (los celos habían comenzado a aparecer) y ayudarle a entender lo importante que era su contribución en nuestra familia.

En este sentido, leer e informarme sobre la pedagogía Montessori y adaptar nuestro hogar y mobiliario a sus capacidades fue nuestra tabla de salvación, pues con tan solo 17 meses mi niña pudo comenzar a hacer un montón de cosas que antes no hacía, permitiéndole desarrollar su autonomía y facilitándonos mucho la tarea.

El poder de las rutinas

maternidad

Sabemos que las rutinas son necesarias para los niños, pues les aportan seguridad, tranquilidad y confianza. Sin embargo, con mi hijo mayor nunca fui especialmente fiel a las rutinas, y aunque sí había ciertas prácticas que se repetían a diario, también me permitía bastante flexibilidad.

Pero cuando nacieron mis dos hijos pequeños la cosa cambió, y establecer unas rutinas firmes se convirtió en una necesidad.

Además, seguíamos lo que yo llamo "horario Europeo", y aunque en un país como el nuestro este horario supone ir a contracorriente del resto (por ejemplo, llegar al parque cuando apenas hay niños y marcharnos cuando están empezando a venir, o comer y cenar a unas horas poco convencionales), tener a mis tres hijos bañados, cenados y acostados a las 20:00 horas nos permitía a mi pareja y a mí encontrar un hueco al final del día para descansar y dedicarnos a nosotros, y por tanto recargar pilas para el día siguiente.

Con el tiempo, nuestras rutinas y horarios se han vuelto a flexibilizar, pues a medida que mis hijos han ido ganando autonomía ya no considero necesario manejar unos tiempos tan marcados, aunque por supuesto que cada familia debe elegir lo que mejor le funcione.

Relaja tus expectativas

hermanos

A todos nos gustaría tener una casa de revista, planear una celebración familiar perfecta, llegar siempre a tiempo a cualquier cita o lucir impolutos en todo momento. Pero cuando te conviertes en madre debes aprender a ajustar tus expectativas, especialmente si tienes dos o más hijos en edad preescolar.

Confieso que para una maniática del orden, la planificación y la limpieza como soy yo, conseguir relajar mis expectativas y soltar cuerda me ha supuesto mucho trabajo interior. Pero te aseguro que cuando aprendes a relativizar y a no estresarte por cosas banales, vives mucho mejor.

Antes comentaba la importancia que tuvo para nosotros el poder de las rutinas, pero llegados a este punto me gustaría puntualizar en lo necesario que también es aprender a relajar para poder avanzar y disfrutar.

Accesorios y prácticas que te facilitarán la vida

En mi caso, comprar ciertos gadgets y accesorios, así como seguir algunas prácticas organizativas, me facilitaron muchísimo la tarea en esos difíciles primeros años de crianza, y a día de hoy lo siguen haciendo.

Por ejemplo, comprar una secadora fue todo un acierto, pues llegó un momento en que no daba a basto a tender una colada de ropa tras otra. También me resultó de gran ayuda hacerme con un robot de cocina, así como cocinar grandes cantidades de comida y después congelarla para evitar tener que cocinar a diario.

Espero que alguno de mis consejos pueda resultarte útil y facilitarte los difíciles momentos que a veces se viven con la crianza de dos hijos con poca diferencia de edad. En cualquier caso, recuerda siempre la importancia de disfrutar el momento, pedir ayudar y aprender a "soltar"

Pero sin duda, la práctica "estrella" y que siempre recomiendo es el porteo indoor. Y es que es increíble lo muchísimo que llegas a aprovechar el tiempo porteando a tu bebé dentro de casa, pues prácticamente no hay tarea doméstica que no puedas hacer mientras tienes a tu peque siempre atendido.

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