Después de un divorcio o separación con hijos (o también si hemos sido madres solas desde el principio) es normal que en algún momento nos planteemos la posibilidad de tener una nueva pareja. Sin embargo, a pesar de ser algo natural, algunas personas tienen algunos prejuicios sobre las madres que deciden darse una nueva oportunidad y conocer a alguien.
Aunque esos días han quedado atrás y ya estoy casada, veo que muchos de ellos aún siguen presentes en la mayoría de la sociedad. Te comparto, desde la experiencia personal propia y de otras mujeres, aquellas cosas que una madre soltera que busca pareja quisiera que los demás supieran, en lugar de asumir ideas erróneas sobre ella.
No estamos desesperadas
Comenzamos con uno de los prejuicios más frecuentes que se tienen sobre las madres solteras que buscan pareja: que están "desesperadas", una percepción que personalmente me parece llena de prejuicios e incluso discriminación hacia la mujer que la recibe.
Cuando alguien sin hijos termina una relación, un tema que suele aparecer con frecuencia al tiempo de haber terminado la relación es preguntarle si no ha conocido a alguien nuevo. Por el contrario, cuando la persona soltera tiene hijos esta pregunta es prácticamente inexistente, casi como si el ser madre anulara la posibilidad o deseo de tener una pareja o fuera algo que no está a consideración ni en el futuro próximo.
Esto se hace más evidente cuando una madre soltera busca pareja, y las demás personas asumen que lo hace porque está desesperada. ¿Acaso no tenemos derecho todos de tener alguien que complemente o enriquezca nuestra vida en el aspecto sentimental? Asumir que alguien está desesperado solo porque desea tener pareja es un pensamiento juzgón y negativo.
Sabemos lo que queremos
A diferencia de las personas sin hijos, convertirnos en madres nos hace pasar por una tranformación no solo física, sino también mental: reordenamos nuestras prioridades y aprendemos a ver la vida con otros ojos y otra forma de pensar, gracias a las responsabilidades que ahora tenemos.
En el camino de conocer a nuestros hijos, terminamos por reconocernos a nosotras mismas, descubriendo poco a poco a esa nueva mujer en la que nos hemos convertido y que está llena de nuevos aprendizajes y lecciones.
Esta evolución hace que, si decidimos buscar pareja, tengamos una visión más objetiva de lo que queremos y lo que no. Y es que cuando somos madres, ya no vemos sólo por nosotras, sino también por nuestros hijos. La mayoría de nosotras, busca una persona responsable que aporte a nuestras vidas, con la madurez, compromiso y responsabilidad suficiente para ser parte de ella.
Esperamos respeto
Relacionado con el segundo punto, en ocasiones algunas nos encontramos con algunas sorpresas desagradables, como las actitudes y comentarios de personas que creen que solo por ser madres las cosas serán más fáciles o que solamente por la compañía accederemos a cualquier cosa (ya sabes, en nuestra supuesta "desesperación").
Pero como cualquier ser humano, merecemos y esperamos respeto, y muchas de nosotras tenemos muy claro lo que permitimos y no permitimos cuando se trata de volver a salir con alguien.
Nuestros hijos son primero, siempre
Finalmente, el último punto pero sin duda el más importante: nuestros hijos son primero, siempre. Una idea errónea que se tiene sobre las madres que desean rehacer su vida es que descuidan a sus hijos, pero en mi caso y en los de otras mujeres que he conocido, nada podría estar más alejado de la realidad.
Porque aunque deseemos tener una pareja con la que podamos compartir nuestra vida, nuestros hijos son la prioridad número uno y siempre estarán por encima de cualquier otra persona.
Foto de portada | Katerina Holmes en Pexels