A lo largo de nuestra vida como estudiantes, muchos de nosotros nos hemos encontrado con maestros que nos inspiran. Ya sea por la dedicación que muestran a su profesión o por habernos dejado un mensaje o lección de vida, probablemente todos tengamos alguno al que recordemos con aprecio y cariño.
Este es definitivamente el caso de una joven, quien después de 21 años de haber recibido una felicitación de su maestra durante una evaluación escrita, cumplió con una petición muy especial: invitarla a su graduación de Harvard.
Cuando Christin Gilmer tenía 12 años, recibió al final del año escolar la última evaluación por parte de su maestra, la profesora Judith Toensing. En ella, expresa lo mucho que disfrutó haber sido su maestra y la alentaba a continuar trabajando, mencionando también una petición muy especial que en aquel entonces parecía una meta muy lejana: que le invitara a su graduación de Harvard.
21 años después, a sus 33 años de edad, Christin ha terminado sus estudios como Doctora en Salud Pública. ¿En dónde? En la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de Harvard.
Las enseñanzas y las lecciones que dejó en ella la profesora Toensing fueron tan grandes, que Christin conservó esa pequeña nota todos estos años. Y tal y como lo pidió su profesora, recibió esa invitación a la graduación de Christin.
A través de publicaciones en la cuenta de Facebook de Christin y la página de la escuela de salud pública de Harvard, podemos ver el reconocimiento que se le da a esos maestros que no sólo imparten conocimientos, sino que además nos inspiran y nos hacen continuar luchando cada día por nuestros sueños.
En entrevista para CNN, Christin comenta por qué es tan importante un pequeño mensaje que parece muy sencillo: "Significaba mucho para mí el saber que además de mi madre, alguien que me conocía tanto creía en mis sueños y en mis habilidades para alcanzarlos".
Por su parte, la maestra Toensing se sintió sorprendida y muy honrada, ya que la invitación fue extendida por parte de la universidad y entregada personalmente por Christin. "Tengo altas expectativas de todos mis estudiantes, así que escuchar que Christin había alcanzado esta meta no me sorprendió en lo absoluto. Me siento honrada de que Harvard haya elegido contar la historia y el viaje de Christin, y que yo haya sido una pequeña parte de ese viaje", comentó la profesora.
Definitivamente la huella que deja un buen maestro es una que perdura mucho más allá del tiempo que pasa dando clases a sus alumnos, y es muy grato ver, que dichos alumnos reconocen y agradecen el apoyo de esos profesores dedicados.
Vía | CNN
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