Hay frases que duelen, y que tienen un especial impacto en la infancia (aunque de pequeños quizás no nos demos cuenta). Y no, no todo vale. Tampoco en la escuela. Y es que seguramente todas y todos recordamos frases que nos dijeron en el cole y que no querríamos volver a escuchar. O frases que les dijeron a nuestros compañeros.
Ya sea viniendo del tutor, del profesor referente, de un sustituto, del jefe de estudios, del director... Sea como sea, son frases que nunca deberían decírsele a un niño o a un adolescente. Hablamos de frases como "estudiar no es lo tuyo", "eres tonto" o "pobres tus padres". ¿Te suenan? Reflexionamos sobre estas y algunas más.
La infancia: una etapa sensible
La infancia es una etapa crucial para el posterior desarrollo de las personas, cuando se convierten en adultas y se dan cuenta de que han ido incorporando, en su sistema de creencias, mensajes que han ido recibiendo por parte de su entorno.
Y si en el cole, hemos ido escuchando frases dirigidas a nosotros (o a nuestros compañeros) como las mencionadas, es normal que esto nos impacte, no solo cuando somos niños, sino también cuando somos adultos.
Porque el lenguaje, los mensajes que se nos lanzan de pequeños, tienen una repercusión tremenda en nuestra autoestima y en lo que "creemos que somos", así como en lo que "creemos que seremos capaces de lograr".
Nueve frases que nos dijeron en el cole y que no querríamos volver a escuchar
1. "Nunca te sacarás una carrera"
Ya únicamente la palabra nunca es determinista, algo que nunca se debería decir a un niño, y además es una frase que está hablando de un futuro que nadie puede saber.
Sin hablar de lo que puede perjudicar una frase como esta, que da a entender al niño, o al adolescente, que no es válido para estudiar (cuando no tiene por qué ser así; además, que hay muchos más factores que intervienen a la hora de sacarse una carrera, como por ejemplo la motivación o la perseverancia).
2. "Si sigues así no podrás acabar los estudios"
Otra frase tóxica que quizás hemos escuchado y que nunca deberíamos decirle a un alumno, que además les desmotiva y les culpabiliza. "Si sigues así..." ¿qué significa seguir así? Estaría bien también especificárselo, y tratar de acompañarlo y ayudarlo, en lugar de hacer una sentencia tan tajante y determinista sobre su futuro.
3. "Los estudios no son lo tuyo"
¿Y qué es "lo suyo"? ¿Qué es lo de cada niño? Debería ser lo que ellos crean que es, y no lo que dice un profesor (o ni siquiera, un padre o una madre). Esta frase también afecta a la autoestima del menor, y le da a entender algo que, por supuesto, no tiene por qué ser así. Además, que seguramente hay otras asignaturas que se le dan bien, ¿por qué centrarnos en las que le cuestan más?
4. "El bachillerato no es para ti"
Otra frase que puede herir mucho la autoestima (académica y no académica) de los niños o adolescentes. Está claro que algunos de ellos tienen dificultades para estudiar X materia, o incluso, X tipo de estudios.
Pero la motivación también es importante, y no solo las supuestas capacidades. Por ello, antes de usar este tipo de frases, alentemos a nuestros chicos a preguntarse qué les motiva y qué les gustaría estudiar. Y si tienen dificultades, acompañarles en ellas, no juzgar su futuro (que, insistimos, nadie conoce aún).
5. "Eres muy listo, no esperaba menos de ti"
Aunque pueda sonar inofensiva, esta frase, si se dice después de hacer un buen examen, por ejemplo, puede hacer que el niño, al encontrarse con que un examen no le vaya bien después, se cuestione si realmente es listo, lo que puede impactar en su autoestima.
Sin hablar de las expectativas que depositamos en ellos con esta frase y que no tienen por qué cargar ellos... Además, que con esta frase se sigue haciendo referencia a la inteligencia académica (la lógico-matemática), como si fuera la única, pero no a otras inteligencias que son igual de importantes o más (como la inteligencia social, práctica, intrapersonal, musical...), y que siempre parecen olvidadas.
6. "No llegarás a nada"
Otra frase tóxica que seguramente hemos escuchado muchos de nosotros. Y además, que la diga un profesor... Además, es una frase que habla del futuro, ¿acaso son adivinos los profesores? Y, ¿qué significa "llegar a algo"? En definitiva; otra frase destructiva que puede instalarse en el inconsciente de un niño hasta que se crea que realmente es verdad.
7. "Eres malo/mala para las matemáticas"
Las frases que hacen alusión a las capacidades cognitivas de los niños también son muy nocivas, porque además, son reduccionistas. En esta frase se interpreta que se habla de una inteligencia lógica, cuando sabemos perfectamente que existen muchos tipos de inteligencia, como hemos visto un poco más arriba.
Y por otro lado, aunque eso fuera sí, y a ese niño le costaran las matemáticas (o la asignatura que sea), ¿qué aporta decírselo de esta manera? Más provechoso sería decirles cómo aprovechar sus fortalezas, por ejemplo.
8. "Pobres tus padres"
Ante malos comportamientos, los profesores también han dicho en alguna ocasión esta frase, "pobres tus padres", como diciendo, no saben lo que tiene en casa... o, lo que tienen que aguantar...
Son frases que, por supuesto, son dañinas, porque pueden hacer creer a ese niño que es malo, o una carga, cuando a lo mejor lo que le pasa es que no sabe gestionar sus emociones, que se pone nervioso y no sabe por qué, que no tiene herramientas para autorregularse, etc.
9. "Eres tonto”
Aunque hayamos normalizado este tipo de comentarios, es muy grave decirle a un niño que es tonto, pues este adjetivo es muy dañino (recordemos que "tonto" significa "falto o escaso de entendimiento o razón").
Y, por otro lado, es muy peligroso utilizar el verbo "ser" con los niños (y más si va seguido de adjetivos como "tonto"); empleemos mejor "te muestras", "has manifestado", etc., y no tanto "eres". Porque parece que lo definamos a él, y no a su conducta (y etiquetar a los niños nunca es positivo).
Evitemos estas frases dañinas
Como adulto que eres, tanto si estás inmerso en el campo de la enseñanza como si no, por favor, evita este tipo de frases. Aunque te hayas acostumbrado a escucharlas, o aunque las hayas normalizado. Son tóxicas y dañinas para un niño que está en pleno crecimiento y conocimiento de sí mismo. Y si eres padre o madre, nunca normalices estas frases que tus hijos han escuchado.
Ten en cuenta que son frases dañinas que quizás, siendo niños, normalizamos, pero que tienen un importante impacto en nuestra autoestima y en lo que creemos que podremos hacer en la vida.
Y lo que acabaremos haciendo en nuestra vida (si estudiamos, si no estudiamos, si trabajamos o no, etc.), no tiene nada que ver con lo que diga nuestro entorno.
Esto dependerá de lo que vayamos construyendo nosotros mismos, de la actitud, de las oportunidades que tenemos, de nuestras fortalezas, etc.; aunque, por supuesto, un entorno que nos aliente y nos acompañe siempre será mejor que uno que no lo hace.
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