He calculado que ya deberéis tener casi acabados vuestros calendarios de Adviento, por eso vengo hoy a mostrados unas ideas de decoración navideña, que podéis hacer con niños, porque entrañan poca dificultad.
Como siempre os digo: lo ideal es ser capaces de adaptar técnicas, y en ocasiones, hasta de utilizar los materiales que tenemos por casa, sin recurrir a la compra. Aunque, comprobaréis, que alguna de estas bonitas manualidades, si que nos harán ir de cabeza a la tienda de manualidades o mercería.
Los bastones que veis en la foto de portada (me encantan), son súper fáciles de conseguir: limpia pipas y cuentas medianas de agujero ancho, en blanco y rojo. Ensartar les encanta a muchos niños pequeños. El remate puede ser un doblez en el limpia pipas para que no se salgan las cuentas, o una pequeña bola con un solo orificio (meted dentro un poco de cola blanca para que quede fijo). Lo hemos encontrado en Pinterest (pin de Ellen Scherrer).
Vamos ahora con los renos, porque ¿quién no tiene en mente estampas navideñas con nieve, renos, Santa Claus, galletas de jengibre? En la próxima excursión que hagáis a la montaña con los niños, recogéis algunas ramitas, y al mismo tiempo, vais guardando rollos de cartón para completar la idea. Un rollo y medio por cada reno, y agujeros hechos (con tijeras de punta primero, y de cortar papel después, ¡cuidado con los deditos!) estratégicamente, consiguen un resultado sencillo pero resultón. Está en Molly Moo.
¿Y qué me decís de estos tarros? Buscad un tarro bajito pero ancho (de mermelada, de pimientos, de pepinillos), que esté bien limpio y seco. En la tapa pegáis plastilina para poder encajar la foto del niño dentro, después echáis harina o bolitas de poliestireno expandido: yo prefiero la primera opción, porque la otra es difícil de limpiar si cae en el suelo, y los niños pequeños se lo pueden poner en la boca. Después roscáis la tapa bien, y ya tenéis una bonita decoración para el comedor, con la que además podrán jugar. En el sitio dónde lo vi, hay otras muchas ideas preciosas.
Con cinco tiras de cartulina del mismo color, y unos dos centímetros de ancho, podéis confeccionar un farolillo. Las tiras deben tener: 30 cm dos de ellas, 27 cm otras dos, y 24 la última; se alinean en un extremo y se perforan con una maquina de esas que tendréis por casa, después se unen con un fastener, y se flexionan para unir las otras puntas, y juntarlas de la misma forma.
Un hilo plateado convertirá la manualidad en un colgante para la puerta de entrada a casa. Están en Curbly.
Más trabajoso, pero de acabado genial, es este árbol que parece estar hecho con fieltro, pero yo utilizaría papel tipo kraft de color verde; y los motivos en cartulinas metalizadas. El principal problema es la sujeción, porque sobre pared, ni la tela ni el papel quedan bien, a no ser que se agujeree: así que buscad una puerta de dos hojas, y podéis fijarlo a la que siempre está cerrada con celo o precinto transparente... los motivos se los dais a los niños para que vayan colocándolos. La idea está en Mums Grape Wine.
Por último, me ha llamado la atención esta esfera brillante: se hace con pompones comprados en la tienda, y una bola de porexpán (las tienen en papelerías o comercios especializados). Los pompones se fijan con alfileres, y para colgar podéis incrustar un cáncamo finito, o un clip de sujetar abierto por un extremo (de forma que aún le quede una parte redondeada para pasar un lazo o cinta de rafia). En Feels like home blog lo encontraréis.
La verdad es que ya vamos teniendo ganitas de Navidad, ¿no os parece?
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