Buenas prácticas en la alimentación de niños en edad escolar

Nos vamos a ocupar hoy de la alimentación de los niños en edad escolar: una etapa de la vida en la que se producen muchos cambios físicos y psicológicos. Al alimentarnos damos respuesta a las necesidades nutricionales, y también a cualquier situación especial o transitoria (enfermedades, cambios de estación, etc.); y por supuesto al comer no sólo saciamos el hambre, sino que proporcionamos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.

En el caso de los niños, la alimentación además les permite afrontar el nivel de gasto energético necesario para realizar muchas actividades diferentes entre sí, que requieren que cuerpo y mente estén en forma. Imaginad lo que podría ocurrir si un niño que va a la escuela, estudia, juega, lee, corre, hace sus deberes, practica un deporte, etc., descuidara sus necesidades nutricionales. Probablemente se cansaría más fácilmente, perdería el interés por actividades que antes le gustaban; pero también su crecimiento físico podría resentirse, así como su capacidad para aprender, e incluso la conducta. Y no perdamos de vista que durante la niñez se consolidan buenas prácticas nutricionales que se mantendrán en la adolescencia y la edad adulta. Se sabe que las necesidades proteicas son más elevadas durante la niñez, aunque tampoco es bueno excederse con las proteínas, puesto que las vitaminas son muy beneficiosas para el cuerpo, y los hidratos de carbono también cumplen con su función. Se trata en definitiva de encontrar un equilibrio satisfactorio entre los nutrientes que su organismo pide, facilitándoles una alimentación equilibrada, compuesta preferentemente por alimentos saludables.

Dice Julio Basulto en "Se me hace bola" que a partir de los dos años, los niños pueden comer (ajustando cantidades, eso sí) como adultos sanos. Aunque muchas veces debemos echar a volar la imaginación, y sobre todo tener en cuenta sus gustos (¿de fruta sólo le gustan las manzanas, las uvas y el plátano?, entonces no te empeñes en que coma granadas, kiwi o peras, eso llegará con el tiempo).

Prácticas aconsejadas

  • Prestar mucha atención al desayuno. Esta comida es la primera inglesa de nutrientes tras un largo ayuno, y de ahí su importancia, para desayunar bien se debe disponer del tiempo suficiente, y aquí entra en juego la regulación de las horas del sueño (acostándolos a una hora adecuada para que duerman nueve horas como mínimo), y tener al menos media hora para que puedan realizar esta comida tranquilamente.
Además de fijarnos en los nutrientes que incluiremos, debemos prestar atención a las preferencias de nuestros hijos, siempre evitando alimentos que aporten calorías vacías (con muchas grasa, azúcar o sal). Es decir: hay niños que prefieren yogur a leche, o que se comen con más facilidad un melocotón y una galleta que dos rebanadas de pan con mantequilla

El desayuno también es muy importante en la familias cuyos niños comen en el colegio, puesto que se convierte en un espacio de relación, durante el que se fomenta la comunicación. Atentos por lo tanto a los proyectos para el día que os contarán los peques, o el relato de los sueños que han tenido.

  • Reducir el consumo de dulces, golosinas, refrescos; y limitar el de bebidas energéticas.

  • Compensar con la merienda los nutrientes que han tenido poca presencia en las comidas anteriores: por ejemplo, darles fruta si hay desayunado muchos hidratos de carbono, y han comido pasta con un lácteo de postre; o prepararles un bocadillo de queso si desayunan fruta, y la comida ha consistido en pollo con verduras.

  • Cenar pronto, e intentar que la cena sea nuevamente un motivo de reunión familiar, recordando que debe convertirse en una comida más bien ligera si tiene lugar a partir de las ocho de la tarde, para que el cuerpo pueda digerir bien antes de iniciar sus funciones nocturnas.

  • Una buena alimentación debe ir acompañada por el ejercicio físico que nos ayuda a mantenernos en forma, y evita el sedentario causante de tantas enfermedades en las sociedades industriales.

Aquí tenéis un post que dedicamos hace un tiempo a la nueva rueda de alimentos de la SEDCA, os servirá para entender cómo combinar los distintos nutrientes, y la importancia de los alimentos en un desarrollo saludable. Y no olvidéis que una buena alimentación puede ejercer como protección frente a enfermedades futuras.

Imagen | Dereck Bradley En Peques y Más | Época de exámenes: ¿sabes cuidar la alimentación de tus hijos para que mejore su rendimiento físico e intelectual?, Decálogo para una alimentación infantil más saludable, El regreso de la alimentación otoñal para cuidar la salud de los niños

También te puede gustar

Portada de Bebés y más

Ver todos los comentarios en https://www.bebesymas.com

VER 0 Comentario