Comparten con la estampa del cochecito, el típico tulipán, la botella de cuello largo de Heineken, una lámpara, una bicicleta familiar y hasta un embutido entre otros objetos que se han convertido en auténticos símbolos de la cultura holandesa.
Los sellos no se han librado de una pequeña controversia. Algunos lo tachan de publicidad encubierta, otros de un negociado de Bugaboo con la empresa de correos.
Lo que a nosotros nos interesa, la verdadera noticia, es que la revolución Bugaboo ha llegado a tales extremos que los holandeses envían sus cartas con el cochecito de moda.
Vía | Daddytypes Más información | staatamsterdam.nl En Bebés y más | El diseño holandés llega a los cochecitos