La primera causa de mortalidad infantil en Europa en niños mayores de un año, son las lesiones. Muchas de las cuales generan importantes secuelas (hasta el 25 % de niños y adolescentes ingresados por accidentes sufren consecuencias importantes a nivel del Sistema Nervioso Central).
Los expertos consideran que el verano es la época que más riesgo entraña para los menores de edad. A veces parece que con las recomendaciones reiteradas que recibimos los padres, se quiere empañar el componente de diversión que conlleva todo el tiempo libre que pueden disfrutar nuestros niños.
Pero creo que el mensaje es ‘prevén situaciones de riesgo, para que así tus hijos saquen el máximo partido a sus vacaciones, sin sobresaltos’.
Consecuencias de los accidentes infantiles
Las lesiones provocadas por accidentes infantiles son trastornos del desarrollo psicomotriz, problemas neurológicos por traumatismos medulares, musculo – esqueléticos, cutáneos o psicológicos.
Es importante prestar atención a los 2000 niños que (por cada fallecido), ingresan en servicios de urgencia o son atendidos en centros de salud. Los menores afectados deberían tener acceso tras el accidente, a una rehabilitación neurológica integra, que esté adaptada a sus necesidades específicas.
Es decir, la muerte de un niño es una tragedia irreparable, pero no es la única consecuencia nefasta e inesperada que puede ocurrir, de esto tenemos que ser todos conscientes.
Y aunque creo que no tengo que explicar por qué el verano entraña más riesgo, está claro que los niños tienen más tiempo libre (y tienen derecho a ello, obviamente), se practican deportes para los que no disponen de tiempo en otras ocasiones (y cuya práctica no controlan), los padres cometen imprudencias y descuidos, etc. Y sobre todo vale la pena incidir en que ‘un accidente no es una enfermedad medioambiental incontrolable e impredecible’.
Porque impredecibles lo son en muchas ocasiones, pero incontrolables no, ¿a que no es lo mismo que vayan a un circuito de saltos en bici con casco que sin él?
¿Dónde se producen más accidentes?
Se incide especialmente en las piscinas (y playas) porque ‘poco se puede hacer cuando un niño se cae al agua sin que nadie se haya dado cuenta’. La pérdida de consciencia se pierde a los dos minutos, y el daño cerebral es irreversible a los cuatro o cinco minutos.
Pero además las primeras pueden ocasionar lesiones por prácticas arriesgadas como correr o empujarse al borde, tirarse desde superficies muy elevadas respecto del agua, etc.
Cada año aumentan las estadísticas de accidentes que ocurren durante la realización de deportes acuáticos, por lo tanto es necesario sentar las bases para una buena práctica de los mismos y que afecte no sólo a los padres, sino también a la legislación vigente, a la enseñanza de la seguridad en distintas edades y, por supuesto, a la calidad del material que se utiliza en la práctica de deportes y juegos veraniegos.
Y por último recordar la importancia de que cuando vamos en bicicleta con los niños, todos usemos el casco, nosotros por precaución y como ejemplo, ellos para estar seguros e interiorizando una práctica segura.
El verano tiene ser divertido, intenso, y repleto de experiencias para los niños, hacerlo más seguro es cosa nuestra, ¡no te descuides!
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