Si en Japón los pediatras advertían hace poco sobre las consecuencias negativas de la exposición temprana y prolongada a smartphones y tabletas; estos días, los profesores del Reino Unido alertan acerca de la pérdida de destreza motora, y otros problemas asociados al uso de estos dispositivos. Y lo hacen a través de la asociación nacional que los representa. Los docentes asignados a la Etapa de Educación Infantil, han observado con preocupación un incremento en el número de niños que pocas habilidades de manipulación. De este hecho se han dado cuenta cuando proponen tareas de construcción con bloques. Supongo que no se puede atribuir la causa a un solo factor, pero esta situación coincide con el incremento en la utilización de estas herramientas, dato que durante el 2013, el porcentaje de hogares con tablet ha subido desde el 20 hasta el 51 por ciento.
En cuanto a los alumnos de Primaria, salta las alarmas cuando son incapaces de completar los exámenes teniendo delante sólo lápiz y papel, y se especula acerca de la posible merma en la memoria debido a una sobreexposición tecnológica (ya habíamos hablado aquí sobre cómo puede afectar a la memoria llamada ‘de trabajo’).
Además de lo expuesto, Internet puede generar adicción; y un uso inadecuado de tabletas y teléfonos móviles se pueden relacionar también con el aumento de peso (por inactividad), cansancio, comportamiento retraído y lesiones (quizás esto último se vea más en los juegos de videoconsola).
Tecnología sí, pero de forma saludable
Como podéis imaginar, el comportamiento compulsivo hacia los dispositivos no es saludable, no lo es en ninguna edad, pero menos aún cuando se está en desarrollo. Ocurre en Reino Unido, pero también aquí: hay adolescentes que pasan parte de la noche (da igual si hay examen o deben presentar un trabajo) jugando online o enviando mensajes por whatsapp.
¿Responsabilizamos entonces a los menores?, pues no, desde luego. Quiero decir, tenemos la misión (por decirlo de algún modo) de guiar en un uso saludable de la tecnología, pero responsabilizándonos nosotros de poner límites y dando ejemplo (que casi es más importante).
Seamos muy prudentes, porque para todos es muy nuevo todo este mundo, sólo que los menores son más hábiles a la hora de explorar (y lo son sobre todo porque no tienen miedo). Pero el hecho de que la tecnología haya aterrizado en nuestras vidas de forma tan súbita, no nos exime de nuestro deber educando a nuestros hijos para que no les cause problemas.
Imagen | Devon Christopher Adams Vía | Telegraph En Peques y Más | Gestión de pantallas en hogares con niños: ¿tienes un plan?, Uno de cada dos niños menores de 18 años tiene un smartphone en España