Cada uno de los libros que os presento desde Peques y Más lo hemos leído en casa: los que parecen ir dirigidos a bebés, los de aventuras y los de misterio, los libros sobre educación infantil, y los que nos hacen saltar el corazón de emoción porque relatan historias enternecedoras y auténticas.
Para nosotros leer es una forma de acercarnos a otros mundos, de descubrir otras formas de vivir, de conocer personas, de aprender, de… Con ‘Maravillas‘ he descubierto que no necesito releerlo mientras os cuento sobre él, es el único (y no porque sea más sencillo que otros) que me ha quedado grabado completamente en la memoria, el único que con recordar las sensaciones que me produjo, puedo reproducir sin más.
Maravillas’ es un libro fantástico escrito por Brian Selznick (y editado en 2012 por SM), que en sus últimas páginas esconde una pequeña sorpresa (pequeña comparada con la gran aventura que supone su lectura). Ben y Rose son dos niños que viven su infancia con 50 años de diferencia, pero esa distancia no es suficiente para que el lector desvincule los relatos paralelos que nos presentan a dos pequeños que ‘buscan su lugar en el mundo’.
Eso sí: cuando enlazamos la historia de Ben y la de Rose, cada una en un formato narrativo propio, poco imaginamos que lo que les une es mucho más que unas ilustraciones que parecen complementar (solo lo parecen) el texto.
En Maravillas confluyen dos historias: la de Ben, un joven huérfano que vive en Minnesota en 1977, que inicia la búsqueda de su padre desconocido; y la de Rose, una chica sordomuda de New Jersey que en 1927 se embarca en la aventura de conocer a una actriz de Nueva York. Tras una serie de aventurados lances del destino, ambas historias coinciden en la realidad de manera entrañable
La historia de Ben es la de un niño que dentro de poco será adolescente, un chico que combate el dolor por la muerte de su madre, con la esperanza de que los pocos retazos del pasado encontrados en su casa le lleven a un padre que nunca conoció. No son pocas las dificultades que se encuentra en el viaje, pero un carácter obstinado y perseverante guía sus emociones y sus pasos.
Rose está enfada con su madre porque prefiere alcanzar la cima del éxito antes que ocuparse de ella, y con su padre, porque se obstina en contratar un profesor particular para que aprenda lenguaje de signos. Un don especial la conducirá a realizar grandes creaciones en el futuro, pero antes, debe buscar a su hermano mayor el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Las historias de ambos se entrelazan a lo largo del libro hasta fundirse en un relato acerca de la amistad, la vida, la comunicación, el universo... y otras maravillas
Según Brian Selznick, la historia de Maravillas se le ocurrió cuando un amigo que trabajaba en el Museo de Historia Natural de Nueva York le llevó a conocer la "trastienda" del museo. Más tarde, mientras escribía La invención de Hugo Cabret, Selznick vio un documental llamado Through Deaf Eyes sobre la historia de la cultura sorda en Estados Unidos. Esos dos temas, junto a muchas otras maravillas de la vida diaria, crecieron en su interior hasta cristalizar en este libro.
Es un libro grueso, y aunque buena parte de sus páginas están ocupadas por bellas y descriptivas ilustraciones, el texto no desmerece y transmite más allá de las palabras. A vuestros hijos no les llevará más de una o dos semanas leerlo (si tienen más de ocho años), aunque quizás tengan que esperar – como nos pasó a nosotros – a que papá o mamá lo acaben. Cuando todos finalicéis, estaréis celebrando que Ben ya no sueñe con lobos, y que el presente de Rose haya recompuesto su pasado..
¿La sorpresa de la que os hablaba?, me encantó (y sé que puede parecer trivial) que Brian haya dedicado ‘Maravillas’ a Maurice Sendak, seguramente un tributo a uno de los grandes de la literatura infantil, y puede que coincidiendo con su reciente muerte.
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