Hoy felicitamos desde Peques y Más a todas las madres, y os deseamos un feliz día en el que seguro que vuestros hijos os prodigaran muestras de cariño, y os habrán dejado dormir un poquito más (este es un deseo bastante común para un día tan señalado).
Ninguno de vosotros papás y mamás, olvidará llamar a las abuelas para que sepan que las recordáis, y seguro que muchas familias tienen la ocasión de reunirse a fin de compartir una inolvidable comida. Y tampoco ninguna de las mamás evitará repasar el significado de la maternidad para cada una de ellas. Porque una experiencia tan intensa y enriquecedora merece una reflexión.
Al convertirse en madres muchas mujeres son capaces de olvidar (literalmente) durante unas semanas a qué se dedicaban antes de llegar el bebé, esto es porque en realidad no hay nada tan importante como traer al mundo una vida, y tener la responsabilidad de cuidarla y protegerla. Creo que a veces no somos conscientes de esto, y estoy convencida de que la maternidad debería estar mucho más valorada.
¿Es difícil ser madre?
A veces escuchamos decir ‘¡es tan difícil ser madre!’, en realidad no creo que lo sea, pero lo que sí que ocurre es que carecemos de los apoyos necesarios para desempeñar una función tan importante en condiciones. Hoy en día las mamás suspiramos por un minuto libre para poder pensar, si hubiéramos vivido hace tiempo, otras mujeres nos hubieran regalado su tiempo cuidando de los peques para que pudiéramos disfrutar de ese descanso.
Si tuviéramos más ocasiones para compartir maternidades y escucharnos, para aprender de las vivencias de abuelas, vecinas o amigas, quizás no resultaría tan complicado. Pero de casa al trabajo, y del trabajo a recoger a los niños para apurar el resto de la tarde al máximo, no hay muchas oportunidades para encontrarnos a nosotras mismas, y convencernos de que en algún lugar de nuestro corazón y nuestra mente está todo lo que necesitamos saber.
Ser mamá es desarrollar la capacidad de organizar la vida en torno a ese pequeño ser que ha llegado el mundo, y sufrir si debemos separarnos del bebé por motivos laborales. Y ser madre también es dar el paso de confiar en el niño de 10 años que desea un poco más de libertad, y convencernos que debemos ayudarle a que consiga más independencia porque todas las cosas que quiere aprender de la vida, no se las podemos enseñar nosotras.
La maternidad nos hace fuertes y sabias
Debemos ser conscientes de todas las cosas que nos regala la maternidad, para potenciar su valor: al convertirnos en madres nos volvemos más intuitivas y creativas, desarrollamos el ‘poder’ de multiplicar el poco tiempo de que disponemos, y nos convertimos en mujeres más seguras de sí mismas (¿has gestado una vida?: eres una persona poderosa).
Cuando se es mamá se actualizan los conocimientos en nutrición y primeros auxilios, aparecen habilidades que desconocíamos tener, y se nos muestra un mundo fantástico que antes era desconocido. Descubrimos que el parque infantil es mucho más divertido que ir a tomar café, y que las cosas más interesantes de la vida se descubren cuando se vive despacito, saboreando cada momento junto a nuestros hijos.
¿Eres mamá?, entonces acércate a tus hijos, mírales a los ojos, y déjales que ellos te guíen, quizás así sea más sencillo: su mirada te hablará de emociones y de certezas, de lo que necesitan y de lo que esperan de ti. Ellos te asegurarán que confían en tus cuidados y tu protección, y también te dirán cuándo debes empezar a ‘soltarles de la mano’, porque nunca podrán enfrentarse al mundo solos si no les permites experimentar y equivocarse por sí mismos.
¿Estáis preparadas para disfrutar de vuestro día de la madre?, entonces aprovechadlo, y no olvidéis dedicar unos minutos a pensar qué es ser mamá para cada una de vosotras, y como podéis mejorar vuestra experiencia de maternidad.
Imagen | guy schmidt Peques y Más | Soy las madres que hay en mí, y también mucho más, El regalo de la maternidad