Hace una semana mi hermana nos llamó para comunicarnos que había muerto su suegro: ellos viven en Asturias y el padre de mi cuñado en Salamanca, por lo que si siquiera había podido ir a despedirse ni iban a poder hacerle un funeral.
Por desgracia, este duro trance no es único estos días, desde que estamos en estado de alarma a causa del coronavirus. Son muchas las familias que no pueden despedirse de sus abuelos, los más afectados por el Covid-19.
Pero no son los adultos los únicos que sufren, también los niños lo hacen, porque no solo no entienden por qué no van a volver a verles sino que tampoco tienen la opción de un funeral para poder despedirse de él y cerrar la herida.
Por eso, ante esta nueva situación, lo expertos nos dan algunos consejos para superar la pérdida.
Cómo explicárselo a los niños
Si el fallecimiento hubiera ocurrido hace solo unos meses, habríamos ido todos a Salamanca a arropar a mi cuñado y a sus hermanos en un momento tan duro, pero ahora es totalmente imposible. Así que lo único que se me ocurrió fue quedar a la tarde para una videollamada donde pudiéramos veros y hablar del abuelo.
Porque mis sobrinas, de nueve y cuatro años, también sufren. Me contó mi cuñado que llevó a cada una de ellas por separado a su habitación y les contó lo que ocurría, porque con cada una tenía que hablar de manera distinta para que entendieran qué había ocurrido.
Y según los expertos, lo hizo bien. Precisamente es así cómo hay que actuar ante el fallecimiento de un ser querido. Así lo explican desde el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona:
Es recomendable que sean los padres quienes comuniquen a los niños la muerte de un ser querido.
La información debe ser dada tan pronto como sea posible.
Hay que buscar un lugar tranquilo, conocido, acogedor y seguro para el niño. Habitualmente, su habitación.
Lo más adecuado es sentarse a su lado de manera que nos posicionamos a la misma altura. Si al niño le sirve, hay que abrazarle y besarle para consolarle si lo necesita.
El lenguaje debe estar adaptado a la edad. Es importante utilizar frases sencillas, un tono de voz calmado y una actitud de proximidad.
En un mensaje breve pero comprensible, los padres intentarán explicar que ha pasado algo muy triste, que la persona amada ha muerto y que no la podremos volver a ver.
Es importante hacer un acompañamiento emocional, ayudando al niño a expresar sus emociones y clarificar las dudas que puedan surgirle.
Hay que responder a sus dudas con información real, pero sin dar más información de la que el niño tiene la capacidad cognitiva y emocional de procesar. Por ejemplo, si muestra sentimientos de culpa es importante remarcar que no ha tenido ninguna responsabilidad.
Según explica el equipo de psicólogos de ifeel no hay que tener miedo de decirles que un familiar ha muerto siempre que se lo cuentes "con cariño, con palabras que entiendan y sin ir mucho más allá de lo que ellos te expresen qué quieren saber pueden asumirlo perfectamente, aunque les duela":
"No mientas ni inventes historias fantasiosas sobre lo sucedido pensando que eso les ayudará. Tampoco evites mostrar tus emociones delante de ellos, pero hazlo dentro de unos límites, sobre todo si los niños son muy pequeños, ya que ellos siguen necesitando que les muestres seguridad".
Ideas para despedirse durante el confinamiento
- Los velatorios virtuales son una opción que ha ganado fuerza estos días de confinamiento en nuestras casas y ya son varias las funerarias que ofrecen este servicio como una forma de poder despedirnos de nuestros seres queridos.
Por ejemplo, Eternify, una empresa tecnológica de Málaga, ofrece de manera gratuita su servicio a estas empresas para que los familiares puedan participar en el duelo desde la distancia.
Los allegados al difunto acceden a la plataforma, dejan sus pésames en un libro de condolencias digital, encienden una vela virtual y suben una imagen de recuerdo. Además, a través de un teléfono móvil, cualquier allegado, puede dedicar unas palabras de apoyo y mostrar su cariño.
La familia va compartiendo los mensajes en directo a través del móvil.
- Ritual de despedida en casa, tú solo o bien con aquellas personas que convivas o incluso conectándoos en una videollamada colectiva. Así nos lo recomiendan los psicólogos de ifeel:
"Eso va a exigir una cierta creatividad, pero os dará la oportunidad de dar forma a los pensamientos y emociones que estáis viviendo de manera privada".
Explican que no es necesario complicarse: puede ser un acto muy sencillo, a través de una canción, unas palabras, unos minutos de silencio frente a una vela. Cada uno puede encontrar su propia manera.
- Escribir una carta de despedida. Es un ejercicio muy útil, pero es probable, explican los expertos, que "si la muerte está muy reciente, sientas que no es tu momento, que no sabes qué decir o que no quieres hacerlo. No pasa nada". Añaden que:
"Si escribir, o hacer cualquier otro ritual de despedida, es una técnica válida para ti te darás cuenta de ello y lo harás de manera espontánea cuando sientas que es el momento.
Puede que ahora lo que necesites sea expresar tu dolor, tu necesidad de no despedirte aún de la persona, la rabia que te produce todo lo que está sucediendo, lo mal que te hace sentir el no haber tenido la oportunidad de estar más cerca. Permítete sentirlo y expresarlo, ya habrá tiempo de dejar ir y dar las gracias".
Y recomiendan que para superar esta situación lo mejor posible pensemos que esta situación pasará y que podremos hacer una despedida con todos nuestras personas más cercanas y los niños podrán hacer su ritual para despedirse de su ser querido: una misa, un paseo a su lugar favorito, una comida en familia... Seguro que todos encontraremos algo que nos consuele un poco.
De momento, mis sobrinas han hecho un dibujo cada una para su abuelo, imaginándose dónde está ahora. Y hemos quedado en juntarnos todos en Salamanca cuando seda posible para ir a enterrar las cenizas de Lalo debajo del árbol que plantó hace ya unos años. Así, sus hijos y nietos podrán dedicarles unas palabras y después iremos todos a comer juntos, al pueblo de donde nació.
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