No tiene por qué sustituirla completamente, la mamá puede iniciar el proceso del parto inhalando el gas, lo que provoca la neutralización de las transmisiones nerviosas cerebrales (las del dolor entre otras), y finalizar con la anestesia epidural.
El gas analgésico se administra a través de una boquilla de aspiración que está en manos de la mamá, cuando se produce la contracción respira el gas, así el efecto más intenso del fármaco coincide con el momento de la contracción y del dolor. Como afirma la Consellería de Sanitat de la Comunitat Valenciana, “es un paso más en la humanización del parto", y es que el Hospital de La Plana, además de ser el primero en ofrecer esta alternativa a las mujeres que van a dar a luz, cuenta con los diferentes medios para que las embarazadas puedan tener un parto tradicional y un Parto No Medicalizado, disponen de sillas para el parto vertical y también pelotas para paliar los dolores realizando ejercicios.
Según los datos ofrecidos por este hospital, seis de cada diez parturientas solicitan el método de Parto No Medicalizado para alumbrar.
El gas analgésico es un fármaco que se utiliza con mayor regularidad en las maternidades británicas, en nuestro país, se está estudiando su inclusión en muchos hospitales, ya que es un método de control del dolor seguro y eficaz. ¿Tú lo solicitarías?
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