Siguen aumentando los trastornos del sueño en los niños. Así, entre los más corrientes están los ronquidos, la respiración por la boca y las pausas en la respiración o apnea. Un estudio realizado por especialistas ha revelado que los menores que muestran este tipo de trastornos son más propensos a los problemas de conducta.
La investigación la han llevado a cabo investigadores del Colegio Albert Einstein de Medicina perteneciente a la Universidad Yeshiva de Nueva York. El estudio se ha realizado durante más de seis años entre más de once mil niños.
El estudio publicado por la revista Pediatrics, publica que los trastornos del sueño en los pequeños puede tener consecuencias en su conducta entre las que se encuentran mayor agresividad e hiperactividad y además problemas de relación con otros niños y de tipo emocional.
Estos trastornos, en su gran mayoría respiratorios, alcanzan su máximo entre los dos a seis años de edad, pero pueden darse en niños más pequeños. En dicho estudio queda reflejado que aproximadamente un 10% de los niños ronca regularmente y entre el 2%-4% sufren apneas durante el sueño. Las apneas son episodios repetidos de obstrucción o colapso de la vía aérea superior que tiene lugar mientras la persona afectada duerme lo que provoca una disminución de los niveles de oxígeno, un aumento del nivel de anhídrido carbónico en la sangre y un pequeño despertar a menudo subconsciente. Las consecuencias principales son: somnolencia excesiva durante el día debida a la mala calidad del sueño, que afecta la capacidad intelectual y al rendimiento, trastornos respiratorios, trastornos cardiovasculares y trastornos psicológicos e intelectuales como la dificultad de atención y de concentración que puede llevar a una depresión nerviosa.
Los investigadores han descubierto, que los niños con trastornos de respiración al dormir eran más propensos a desarrollar problemas neurológicos del comportamiento hacia los siete años de edad, comparados con los niños que no presentaban dicho trastorno.
También, y según el estudio, los trastornos de respiración al dormir pueden causar problemas conductuales por varias razones, porque reducen el abastecimiento de oxigeno al cerebro, interrumpen los procesos de restauración de sueño o modifica el equilibrio de los agentes químicos cerebrales. Estos resultados muestran que los problemas de respiración al dormir deben ser atendidos cuanto antes, incluso en el primer año de vida del niño y para ello recomiendan acudir al especialista que puede si así lo valora, tratar con cirugía de extracción de amígdalas o adenoides que según los expertos acabaría con estos trastornos del sueño.
Quizá algunos diagnósticos de TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad) se puedan relacionar con la falta de sueño y así realizar un tratamiento distinto.
Y para dar esperanzas, se concluye explicando que si se diagnostica y se trata el problema del sueño la conducta mejorará casi de inmediato.
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