Al hablar sobre la alimentación que mejora la tolerancia de la piel al sol, anticipábamos que ampliaríamos todo el tema relacionado con nuestro astro rey, sus beneficios (e inconvenientes) para la piel, y los tipos de protector solar que podemos encontrar.
Bueno, pues vamos hoy con la Vitamina D, que como ya sabemos sirve para fortalecer los huesos, ya que su objetivo es mejorar la absorción del calcio. Las exposiciones moderadas al sol son estupendas para conseguirla.
En teoría, exposiciones diarias al sol durante 15 minutos en brazos, piernas o espalda, sirven para la producción de esta importante vitamina, y con ellas no nos arriesgamos a quemarnos la piel. Pero claro, a priori pensamos que la situación ideal sería aquella en la que nos permitimos recibir el sol fuera de las zonas centrales del día, cuando más peligroso es; y sin embargo, en esa franja horaria es cuando se recibe más vitamina D.
Ahora bien, ¿interfieren los protectores solares en la absorción de esta vitamina?, esta es una pregunta lógica puesto que en verano es cuando recibimos todas las advertencias acerca de la salud de la piel, y de la prevención de las enfermedades relacionadas con exposiciones prolongadas al sol. Los científicos están advirtiendo de una curiosa paradoja: nos preocupamos tanto de no quemarnos con el sol (bueno, hay quien ni se lo plantea, pero los que tenemos hijos somos bastante conscientes), que se nos olvida recibir la preciada vitamina que (como veremos más adelante) no sólo tiene funciones concretas sobre el sistema esquelético.
Hay quien dice que un protector solar con índice superior a 8, ya inhibe la absorción de la vitamina, e incluso quien afirma que el prejuicio de evitar el sol es peor que el beneficio de ir siempre cubiertos con nuestras cremas de filtro solar.
¿Qué sabemos sobre la vitamina D?
Pues me temo que bien poco, la verdad, y la prueba es que algunos investigadores detectan que una buena parte de la población mundial está en riesgo de padecer deficiencia. Y qué queréis que os diga: pienso que estaría justificado que en Islandia (por poner un ejemplo desde el – casi – desconocimiento) estén en esa situación, ¿pero en nuestro país?
Esta vitamina combina varias funciones (y todas beneficiosas) en nuestro organismo: disminuye la sintomatología de resfriados y gripe, y los ataques de asma. Resulta ser también un buen antidepresivo natural (no es casualidad que las personas que se ven obligadas a pasar muchas horas en ambientes oscuros, se encuentren tristes), y es básica para un buen funcionamiento del Sistema Nervioso.
Pero no acaba aquí el despliegue de aportes beneficios que nos otorga: actúa sobre el sistema inmunológico, el hormonal, y puede servir para prevenir el cáncer. También reduca la hipertensión.
¡Consigue más vitamina D para tu cuerpo!
Esto es posible sobre todo mediante la exposición al sol, de los suplementos no hablo, porque creo que es un tema a discutir con el médico de familia o el pediatra.
En No Fun de Eva Caballé, encontramos una detallada guía para sacarle el jugo al sol en pro de más cantidad de vitamina D:
Color de la piel:la piel blanca necesita menos radiación y viceversa. Esto en parte explica el color de la piel en las diferentes razas, determinada por la latitud. Más cerca del ecuador, más radiación, más melanina.
El ángulo de la luz solar. Si la sombra que proyectamos es más larga que nosotros, no estamos recibiendo una cantidad suficiente de luz para poder producir vitamina D. Las horas centrales del día, cuando el sol está más alto y entre marzo y septiembre serían el momento más adecuado.
La cantidad de piel expuesta. Se debe exponer al menos el 40% de la piel para una óptima producción de vitamina D. La zona más activa es el tronco, le siguen piernas y brazos. Las menos productivas son la cara y las manos.
Edad: Los niños y los mayores son los que menos vitamina D producen.
Altitud: La altura facilita la exposición a la radiación UVA, ya que se ha filtrado menos radiación UVA que en la luz que recibimos a nivel de mar.
Nubosidad y contaminación: Las nubes y la contaminación devuelven al espacio parte de la radiación solar.
Protector solar. Si usamos un protector solar no recibimos la cantidad adecuada de radiación UVA para poder producir vitamina D.
La luz debe ser directa, si pasa a través de ventanas no nos permitirá producir vitamina D, ya que el cristal rechaza la radiación UVA.
¿Tenemos que elegir entre vitamina D o piel blanca?
Creo que sería bueno que buscáramos el equilibrio, en pro de la salud de los nuestros. Vivimos en una sociedad de contrastes, hasta para la salud: pasamos de vivir en interiores (hay muchos niños que durante el curso entran a la escuela a las 8 de la mañana, y salen a las seis de la tarde), a tostarnos sobre la arena de la playa.
Después de analizar la información, llego a la conclusión de que un paseo bajo el sol para recibir la luz que nos aporta la beneficiosa vitamina D, es muy beneficioso. Pero dejar que los niños estén horas y horas sin protección, puede ser peligroso.
Cada familia debe pensar en cómo resolver este dilema, por ejemplo se me ocurre que en el caso de una estancia de varios días en el apartamento de la playa, nos podemos dar un paseo por la mañana para ir a comprar y buscar conchas (sin cremas, pero ¡eso sí!, con gorra); y después de comer, podemos preparar la merienda y desplazarnos junto a la orilla, esta vez protegidos con filtro solar.
Imágenes | Nicole O'Neil Photography, Moyan Brenn, Jan de Graaf En Peques y Más | Los niños y adolescentes son grupos muy vulnerables a los efectos de las radiaciones ultravioleta, La importancia de las vitaminas en el desarrollo de los niños