Porque aunque no tengo dudas de que en el aire un paracaídas es espectacular y asegura momentos llenos de adrenalina sin embargo en tierra también puede dar mucho juego. Así se puede ver en los dos vídeos que hemos subido y en los que se pueden ver, al menos, dos posibles actividades para realizar con ellos.
En el primer vídeo lo que se muestra es cómo se puede utilizar para jugar al gato y al ratón. Desde los extremos del paracaídas, y gracias al trabajo de los niños agitándolo, el reto es elegir a uno de ellos como ratón y a otro como gato. En primer lugar el ratón tiene que abandonar su posición y dar una vuelta completa mientras el gato intentará capturarle en esa vuelta. Además el resto de participantes agitan fuerte el paracaídas para que el gato tenga dificultades para encontrar al ratón. Y desde fuera os aseguro que es difícil saber dónde están.
Y en el otro vídeo se puede ver cómo se puede hacer un iglú, de tiempo limitado, para que todos los que están jugando con el paracaídas compartan unos segundos bajo su cobertura. El reto consiste en estirarlo en el suelo y de repente levantarlo todos a la vez y bajarlo rápidamente. Así el centro empieza una ascensión que permite que durante un brevísimo espacio de tiempo parezca que estás en un iglú.
Los peques se quedan con los ojos abiertos y alucinados con las experiencias de juego. Es muy divertido y recomendable porque comparten el juego, se entretienen y se divierten mientras hacen un montón de ejercicio y trabajo en equipo. Luego, eso sí, hay que ayudar a recoger y doblar el paracaídas puede ser otro momento de entretenimiento y colaboración.
Imagen | Paracaídas para jugar a hacer el iglú de Marcos Lopez