Parece que no todos los padres piensan en la importancia que tiene poner un nombre que a su bebé, pues con la intención de ser originales, son capaces de cargar a sus hijos con un motivo de burla de por vida, o al menos hasta su mayoría de edad.
La antigua moda de poner al primogénito el nombre del progenitor vuelve a estar al día, el problema es que los diminutivos, el Junior o el II ya no gustan. La tecnología se ha apoderado de los nuevos papás, que acompañan el nombre del pequeño con un 2.0, como las versiones de los programas informáticos.
En Estados Unidos es el “último grito" en nombres de bebés, pero aseguran que la inspiración se puede sacar de cualquier lugar. Como dicen, cada persona es única y los nombres también pueden serlo.
Así que ya sabes. Quizá estés pensando en llamar a tu pequeño Alejandro Vista.
Vía | Univisión En Bebés y más | Un bebé llamado Google