La magia de la sorpresa que envolvía el ansiado Día de Reyes prácticamente ha desaparecido, ahora esta condición ha sido sustituida por lo conocido y esperado, la realidad es que la magia desaparece año tras año.
Analizando la evolución de la decisión de los padres podemos ver que, hemos pasado de un 68% de decisiones sobre los regalos tomadas por los padres hace unos 10 años, a tan sólo un 22% en la actualidad. Según las palabras del psicólogo y pedagogo Valentín Martínez-Otero, no es bueno permitir que los niños siempre decidan qué es lo que quieren y la razón es bastante obvia, los medios publicitarios están especializados en impresionar a los niños a través de la elaboración de anuncios diseñados por expertos en psicología infantil. Nosotros podemos darnos cuenta siendo adultos y sólo en algunas ocasiones, pero para los niños la seducción es 100% eficaz.
Nuestra sociedad está montada de una manera en la que la mayoría de los padres pasan muy poco tiempo con sus hijos y esta carencia se intenta sustituir a través de una compensación, en este caso los deseos para el Día de Reyes.
Está en los padres la posibilidad de recuperar nuevamente parte de esa magia de la sorpresa y lo inesperado.
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