Tres años de guerra en Siria están pasando una factura muy alta a la población, y en especial a los niños. Si se están produciendo deficiencias en la atención necesidades básicas, también resulta muy llamativo cómo el destrozo provocado sobre el Sistema de Salud provoca consecuencias negativas en la salud de los más pequeños.
En estos momentos, más del 60% de los hospitales no funcionan y casi la mitad de los médicos han huido. A veces los trabajadores sanitarios “deben" emplear prácticas brutales como amputar miembros a niños heridos, al no disponer de los equipos necesarios para tratarlos.
Eso sin contar con las epidemias que dejan a los menores expuestos a enfermedades (algunas mortales)Desde que estalló la guerra hace tres años, es probable que ya hayan muerto varios miles de niños y niñas debido a un acceso altamente restringido a tratamientos para enfermedades crónicas y mortales como cáncer, epilepsia, asma, diabetes, hipertensión o insuficiencia renal.
Las pocas instalaciones que quedan, luchan para hacer frente al alto número de pacientes que necesitan tratamiento. Los trabajadores sanitarios, el personal médico y los pacientes, niños y niñas incluidos, han sufrido ataques mientras iban de camino o dentro de las propias instalaciones médicas. Las casas se utilizan como hospitales improvisados, transformando los salones en escenarios de operaciones.
No sólo saber que en Siria continúa la guerra…
… y no sólo celebrar la suerte de nuestros hijos por no haber nacido allí. Que no nos pase a nosotros, no quiere decir que no esté sucediendo: nuestros hijos disfrutan de una infancia feliz, los niños sirios sienten terror a diario.
El mensaje que nos lanza el último informe de Save the Children sobre la situación de este país de Oriente Próximo es: “la crisis humanitaria se ha convertido en una crisis de salud". A las condiciones inhumanas de los niños hay que sumar el hecho de que si enferman o se accidentan, “encontrar un médico es una cuestión de suerte".
Entre las tendencias más preocupantes está la reaparición de enfermedades que desfiguran y que son mortales, como la poliomielitis y el sarampión, que pueden desfigurar y paralizar de forma permanente, e incluso matar. Es probable que hasta 80.000 niños y niñas se hayan infectado de la forma más agresiva de poliomielitis y que estén propagando la enfermedad.
La mayor parte de las enfermedades que hoy afectan a los niños y niñas en Siria son tratables y la mayoría prevenibles en un sistema de salud que funcione. Tales enfermedades, incluyendo el sarampión, la diarrea y enfermedades respiratorias, están entre las que mayor mortalidad causan entre niños menores de 5 años a nivel mundial. Un indicador de que el sistema de salud sirio se ha hundido es que durante 2010 se detectaron 26 casos de sarampión en todo el país. Durante la primera semana de 2014, se registraron 84 casos en el norte de Siria solo entre niños menores de cinco años.
Se necesita una resolución unánime del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que se implemente el acceso humanitario, y para que los niños y sus familias tengan acceso a alimentos, agua, vacunas y medicamentos con el fin de salvar vidas, independientemente del lugar dónde se encuentren.
Os dejo para finalizar la información sobre la Campaña #NOlostgeneration, que UNICEF, ACNUR, Save the Children, World Vision y Cuerpos de la Paz, están desarrollando.
Fuente (e imágenes) | Save the Children Informe | Un precio demasiado alto Más información sobre #NOlostgeneration | AEPED En Peques y Más | Siria se ha convertido en ejemplo de la desprotección a los niños durante un conflicto armado, ¿Estamos dispuestos a ayudar a niños que viven a miles de kilómetros? Campaña de Aldeas Infantiles en Noruega