¿El rosa es de chicas y el azul de chicos? ¡pues claro que no!, pero hoy en día a ver quien es el niño que se pone una prenda rosa (en adultos es otra cosa), debido a que temen ser objeto de burlas.
De niña no me gustaba el rosa, de ninguna de las maneras, aunque en aquella época las madres (la mía al menos) no se empeñaban en clasificar a los bebés mediante códigos de colores, así crecí con ropa multicolor.
Y en cambio a mi hija desde antes de ir a la escuela, se pirraba por el rosa, incluso con 5 años quiso tarta de cumpleaños con cobertura “rosa". Ahora mismo ni se acuerda de eso, es más: aborrece el rosa, lo cual es de agradecer, la verdad.
He conocido un proyecto de un fotógrafo surcoreano llamado JeongMee Yoon, al que le pasó con su hija de cinco años (ya hace 9), algo parecido a lo que a mí me había ocurrido. ¿Todo rosa? ¿es preciso? De ahí nació “Pink & Blue Project", en un intento de explorar cómo las tendencias culturales influencian en los gustos de niñas y niños , y cómo se socializan el género y la identidad. Son fotografías de niñas y niños rodeados de objetos de color rosa y azul, respectivamente.
Pero ese proyecto que de vez en cuando es visibilizado por algún medio de comunicación (de hecho el autor lo ha planteado como una acción a largo plazo), también aborda la cuestión de la relación entre el género y el consumismo. Además de aspectos relacionados con la globalización del consumismo (y creo que el meollo está precisamente ahí) y el nuevo capitalismo.
Aunque haya quien lo crea así, la relación de los colores con el género no es natural, sino algo creado intencionadamente y sustentado por la publicidad
Modas versus libertad de elección
Del proyecto mencionado copio este párrafo porque me parece que es muy interesante “las diferencias entre los objetos de niñas y niños, les dividen y afectan su pensamiento y patrones de comportamiento. Muchos juguetes y libros para niñas son de color rosa, púrpura o rojo, y están relacionados con el maquillaje, vestirse, cocinar, y los asuntos domésticos. Sin embargo, la mayoría de los juguetes y libros para los niños se hacen de los diferentes tonos de azul y están relacionados con los robots, la industria, la ciencia, dinosaurios, etc. Se trata de un fenómeno muy extendido".
El artículo de El País que enlazo más abajo realiza algunas aportaciones que vale la pena conocer como por ejemplo que en algún momento de la historia reciente, el rosa ha estado asociado a la masculinidad (por ser derivado del rojo); y el azul al género femenino (dado que es un color más pausado). Como veis es una cuestión de modas, lo cual nos debe ayudar a adquirir un poco de perspectiva.
Este post lo he escrito para que conocierais (si no lo habíais hecho ya) the Pink & Blue Project; y para que sirva de base al plantearnos estas cuestiones sobre la diferenciación de géneros a la hora de acceder a determinados juguetes o actividades.
Yo no me aferro mucho a los debates sobre la diferenciación de géneros porque me resultan estériles, ya que muchas veces van a parar a la ‘igualdad’, cuando en realidad somos diferentes chicas y chicos. Por lo que si que apuesto es por la equidad en el acceso a servicios y bienes, y por las relaciones en igualdad de condiciones entre personas.
Y si hablamos de niños, creo que deberían tener más libertad (respecto de adultos e influencias externas) para escoger desde juegos y juguetes, hasta cuentos…
Como os decía, mi hija ya pasa del rosa, y ya decide al margen de modas, tanto decide que escoge aficiones diferentes (y mucho) de las que tienen sus amigas. Y aunque haya alguna que le diga ‘¿por qué juegas al hockey si es de chicos?’, ella sabe que es suficiente con encogerse de hombros y seguir haciendo lo que le gusta, porque en ocasiones no necesita del entorno para sentirse respaldada.
Vía | El País
Más información | The Pink & Blue Project
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