Hace dos días se conmemoró el Día Mundial contra la Hepatitis, enfermedad conocida como ‘epidemia silenciosa’, que puede dañar de manera permanente al hígado.
Con esta celebración, la OMS y sus asociados quieren acrecentar la sensibilización y comprensión de la hepatitis viral, y las enfermedades que provoca. A priori parece que hablamos de una enfermedad de personas adultas, y sin embargo los niños también pueden padecerla en cualquiera de sus variantes, porque las formas de adquirirla van desde el contagio de un bebé durante el parto (porque su madre es portadora), hasta la transmisión mediante alimentos contaminados (en el caso de la hepatitis A), pasando por la exposición a instrumental que no esté convenientemente desinfectado (por ejemplo durante un tatuaje).
Los virus de la hepatitis A, B, C, D y E pueden causar infección e inflamación grave y crónica del hígado, que a su vez puede dar lugar a cirrosis y cáncer del hígado. Estos virus representan un importante riesgo sanitario mundial, reflejado en los 240 millones de personas que padecen infección crónica con el virus de la hepatitis B, y unos 150 millones con el de la hepatitis C
Muchos virus son ligeramente diferentes entre sí, pero tienen una cosa en común, la infección e inflamación resultantes son nocivas para las células del hígado.
Una carga de morbilidad muy alta mundialmente
Y entre los factores que impiden la actuación integral está el hecho de que la mayor parte de las personas no desarrollan ningún síntoma cuando contraen la infección, y suelen no tenerlos durante decenios, hasta que desarrollan la enfermedad hepática crónica. Conjuntamente, esos factores han provocado la “epidemia silenciosa" que experimentamos en la actualidad.
Además, la hepatitis viral supone una pesada carga para los sistemas de salud, en razón de los elevados costos que entraña el tratamiento del cáncer del hígado y la insuficiencia hepática derivada de la cirrosis.
¿Cómo identificar la enfermedad?
Aunque el diagnóstico corresponde a un médico, según leemos en Kids Health, las personas infectadas por cualquiera de los virus de la hepatitis pueden presentar los siguientes síntomas:
Cansancio inexplicable
Síntomas gripales - vómitos, fiebre, etc.
Color amarillento en la piel y el blanco de los ojos
Dolor de barriga (en el lado derecho superior del abdomen)
Orina de color marrón oscuro
Heces de color claro
Picores en ausencia de erupción
Falta de apetito durante varios días seguidos y/o pérdida de peso.
Ante la sospecha es probable que el profesional realice una analítica e intente averiguar el origen de la patología, antes de proponer tratamiento.
Entre las medidas propuestas por la OMS, está aumentar la cobertura vacunal contra la hepatitis B e incorporar la vacuna en los programas nacionales de inmunización
Creo que el cuidado del cuerpo y la salud es una parte importante del aprendizaje que los niños reciben por parte de sus padres, en este caso es muy importante normalizar hábitos como la higiene de manos o alimentos.
El hígado es un órgano muy complejo que depura, almacena vitaminas para dosificarlas, ayuda a los músculos, proporciona glucosa, etc. Es incansable y trabaja hasta cuando dormimos. Lo mínimo que podemos hacer por él es conocerlo para después cuidarlo… y transmitir esto a nuestros hijos.
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