Es un tema sobre el que (como sabréis) ponemos mucho interés, y a riesgo de parecer pesada - algo que espero que no ocurra - creo que es importante que el acoso escolar se haga visible porque es una problemática creciente, y porque a pesar de serlo la mantenemos oculta intencionadamente (lo de la intención lo supongo porque somos adultos, y desde el momento en que adquiramos más conciencia todo puede ir cambiando). Ahora que estamos a principios de curso es bueno incidir en ello, y más adelante ya nos iremos haciendo eco de las noticias que surjan.
Nos cuenta Sabel Gabaldón que se trata de “cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico" que se produce entre escolares reiteradamente, físicamente y a través de Redes Sociales o Mensajería instantánea. Cabe diferenciarlo de las agresiones puntuales o aisladas, que se suelen resolver, ya que la agresividad desde el punto de vista biológico está ligada a los humanos (no así los comportamientos destructivos o la violencia).
Por el contrario el bullying perura en el tiempo, y con frecuencia los adultos son los últimos en enterarse por esa “conspiración de silencio" que lo rodea. En miras al abordaje de estos problemas, se debe insistir a escuelas y familias que eduquen en valores, desterrando la idea de los valores relacionados con la violencia frente al diálogo, y potenciando la empatía y la atención a las emociones.
Diríamos que es obligación hacer prevención y atención temprana del acoso escolar (con programas como el TEI); y en cualquier caso, que cualquier cambio en conductas o comportamiento (temores, bajo estado de ánimo, aislamiento relacional, etc) deben ser puestos bajo sospecha, porque potencialmente son indicadores de algún problema grave por el que pasa el menor.
Acabo señalando que el doctor Gabaldón destierra la idea de que el bullying sólo se da entre estudiantes de Secundaria, puesto que en la actualidad como bien sabemos, se produce también en niños pequeños. Y por otra parte tengamos en cuenta que la víctima suele encontrarse en posición muy vulnerable, y por lo tanto ser incapaz de defenderse. Nadie se hace fuerte espontáneamente, sin ayuda… esa idea es sumamente peligrosa y dañina, tanto para la salud psicológica de los nuestros, como para la sociedad.
Vía | FAROS.
En Peques y Más | Se relaciona la exposición al bullying entre los ocho y los 10 años con la aparición posterior de parasomnias