En casa nos encantan las tradiciones, y sobre todo transmitir a los niños los diferentes rituales que se suceden a lo largo del año y que dan sentido a muchas de las fiestas que conocemos. Creo que todos estos rituales tienen más relación con los ciclos naturales que marcan el paso del tiempo, y estoy convencida que nos ayudan a mantenernos conectados con la Naturaleza.
Dentro de dos semanas será Domingo de Pascua, una festividad cristiana muy importante porque si en Navidad se celebra el nacimiento de Jesús, el domingo día ocho de abril festejaremos su resurrección. El hecho de que no seamos creyentes no nos mantiene alejados del conocimiento de estos hechos, y más aún cuando – en ocasiones – las formas de expresión tienen raíces paganas que provienen de antes del cristianismo.
Este año vamos a celebrar nuestra primera “búsqueda de huevos de Pascua", y ahora ahondaremos un poco más en esta costumbre que llega de otros países. Pero antes querría detenerme un poco en este elemento tan presente durante la Semana Santa: el huevo. Simboliza el (re) nacimiento de la vida tras el invierno, y también la fertilidad, para los cristianos es la muestra evidente de que la abstinencia de productos derivados de animales marcada por la Cuaresma, ha finalizado.
Todos hemos visto alguna película americana en la que los niños vestidos de colores pastel o estampados florales, buscan huevos decorados en un jardín con cestitas en la mano. En realidad es una costumbre que los emigrantes alemanes trasladaron, y es que Alemania es uno de los países dónde se vive y celebra más intensamente el hecho de regalar huevos el domingo de Pascua. Pero también se celebra en Francia aunque con alguna variación que explicaremos más adelante. Tengo una amiga francesa, y también una alemana… aunque este año será la primera nuestra guía para organizar la búsqueda de huevos con niños, de hecho lo haremos en su casa.
Y ahora os voy a explicar cómo podéis organizar vuestra búsqueda de huevos:
En los días previos compraréis huevos que coceréis y decoraréis, también podéis poner en la cesta de la compra huevos de chocolate porque en realidad son los que esperan los niños. Últimamente hemos visto como los huevos de plástico proliferaban cuando se acerca la Pascua, pero - de hecho - creo que es mucho mejor utilizarlos comestibles, entre otras cosas por que amplia las posibilidades de implicarnos en la preparación.
También tenéis que confeccionar las cestitas, en realidad podéis organizaros los papás y mamás para elaborar en cada casa las que se necesiten. Nosotros quedaremos todas las familias para hacerlas juntos con niños incluidos, será más divertido.
En Mamás todo terreno (blog de Ana y Rebeca) hay una explicación detallada de cómo elaborar las cestas, nosotros vamos a utilizarla porque es muy sencillo.
- Uno de los pasos más importante es escoger y delimitar el lugar, para después pensar dónde se esconderán los huevos. Como ya estamos en primavera y supuestamente hará buen tiempo, escogeremos el jardín de algún amigo o un parque al aire libre.
Delimitar significa tener claro que si el sitio es muy grande, los niños sólo se van a poder mover por las zonas marcadas que pueden señalarse.
Y si el número de participantes es muy elevado, también habremos previsto la posibilidad de organizar grupos de “cazadores de huevos". Nos es necesario que tengamos claro los integrantes de cada grupo, pero al menos saber que el día de la búsqueda les indicaremos a los peques que irán de dos en dos (o de tres en tres).
El domingo de Pascua el encargado de “esconder" los huevos deberá madrugar para colocar los tesoros estratégicamente: se pueden aprovechar las bases de los árboles, las piedras grandes de jardín, los maceteros, etc.
Os había contado que existen algunas diferencias en la forma de celebrar esta tradición entre los dos países en los que más evidentemente se ha mantenido. Y es que en Alemania es el conejito de Pascua el que deja los huevos (ya sabéis que según la cultura popular si está presente en estas fechas es debido a su fertilidad), mientras que en Francia son las campanas de todo el país que repletas de alegría por la resurrección de Jesucristo, vuelven a repicar tras dos días y medio de tristeza
- Y llegó la hora de pasar a la acción: cada niño con su cestita sabrá si buscará solo o acompañado y recibirá las indicaciones relativas a los límites dentro de los cuales “hay posibilidad de encontrar".
A partir de ese momento escucharemos risas, grititos de alegrías, aunque quizás también algún “¡eh! ese lo había visto yo primero", Y finalmente todos regresaran con los cestos llenos, y al que haya tenido menos suerte le ayudaremos poniéndole algunos huevos de chocolate. Solo quedará comerlos...
Claro que el huevo también aparece en las tradiciones de nuestro país para la Semana Santa, y si no fijaros en las “monas" tan presentes en la Comunidad Valenciana, Aragón y Catalunya: unas “cocas" duces con su huevo cocido incrustado en el centro. Así que con influencia de otras culturas o sin ellas, contaremos también con este preciado alimento, incluso cuando se trate de decorarlo, por ello en nuestra serie de artículos primaverales de los miércoles, la próxima semana pintaremos huevos.
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