Samantha Lee es una mamá malasia que está empeñada en afirmar que ejerce un papel muy normal de madre a tiempo completo y ama de casa. Pero claro, después ves sus creaciones culinarias y te dices, "a ver, por mucho que ella se considere una persona corriente", es una pedazo de artista capaz de recrear historias fantásticas, y representar personajes de cuento en los platos que les da a sus hijas.
El kyaraben (lo conocemos como el bento japonés), es una solución creativa para los niños que se aburren con la comida, son muy lentos, o les cuesta aceptar algunos de los alimentos saludables que sus padres les dan para comer. En Malasia se llama charaben, y también allí se ha convertido en un fenómeno de la cultura pop. Y no sólo para niños, porque muchos adultos llevan al trabajo sus envases herméticos con comidas que bien podrían pasar por cuadros.
De sus manos sale cocina sana y sabrosa en forma de dulces animalitos, construcciones emblemáticas, personajes de la Historia del Cine o la Música, protagonistas de cómics, paisajes, etc.
Si os fijáis, en los platos sólo se ven ingredientes básicos: verduras, arroz, algas, pan, pasta. Ni siquiera para decorar recurre a productos procesados, sino que confecciona los detalles con puré, yema de huevo o salsa de tomate. Y los resultados ya los estáis viendo, son muy agradables, y dan muchísima hambre (a mí que me encantan el arroz y las verduras crudas se me está haciendo la boca agua).
Y os tengo que decir que como habréis observado en todo esto hay un trasfondo educativo, en primer lugar por que se trata de platos equilibrados desde el punto de vista nutricional, y en segundo, porque sus hijas ya van teniendo edad para implicarse con ella, y le ayudan a preparar los menús, con lo cuál desarrollan unos conocimientos que les serán muy útiles.
Samantha está muy contenta por la repercusión que su obra está teniendo, no lo esperaba, pero le resulta enormemente satisfactorio.
Y yo estoy admirada, sería incapaz pasar todo ese tiempo con la cocina creativa, aunque a la cocina tradicional le dedico mucho, la verdad. Mis hijos comen de todo (la pequeña empezó tarde a hacerlo: a los cinco), así que suerte que no me he tenido que inventar alguna de estas formas para que se alimentaran, ¡no sé de dónde hubiera sacado el tiempo!
Vía | Directo al Paladar Más información | Blog de Samantha En Peques y Más | ¡Mira cómo Jill Dubien convierte las comidas de sus hijos en uno de los momentos más divertidos del día!, Utilizar nombres atractivos para los alimentos saludables aumenta las posibilidades de que los niños los escojan y consuman