Pues sí, quedan pocos días para esa noche que según la tradición celta simbolizaba el tránsito entre el año viejo y el nuevo (relacionando ambos eventos con las cosechas); además también servía para abrir las puertas que impiden a muertos y vivos relacionarse. Y es precisamente esto último lo que originó en su día los disfraces relacionados con la muerte, la oscuridad, y por extensión - más o menos acertada - los monstruos.
En el imaginario celta los “muertos" buscaban la comida que los vivos dejaban preparada, hoy todos buscamos caramelos en casas ajenas. A mí no me importa - aunque a veces me molesta - que se pierda la sintonía con la tradición y el “por qué" de las celebraciones, por eso seguiré reivindicando estos aspectos y transmitiéndolo de la forma más conveniente.
Después de que el año pasado diéramos consejos de seguridad relacionados con los disfraces, la celebración en casa, y los niños que ya salen solos armados con cestitas y ocultos tras máscaras, hoy os traigo unas recomendaciones elaboradas por la Asociación Nacional de Seguridad Infantil y Mari Ángeles Miranda.
Nos cuentan qué debemos tener en cuenta con los disfraces, el maquillaje y los complementos; y nos asesoran para que los menores de edad se desenvuelvan con seguridad en entornos diferentes a los habituales. Podréis consultar el conjunto de consejos de prevención en la infografía que os facilito, y las cuentas @Logieduca y @Pekeseguro
A tener en cuenta con los niños y niñas que salen con sus amigos
Si tienen menos de 12 años:
Irán siempre acompañados y bajo la supervisión de al menos un adulto, en función del grupo de niños y de la edad se repartirán varios adultos la supervisión y el acompañamiento (se recomienda 1 adulto por cada 5 o 6 pequeños menores de 10 años).
Se debe aprovechar la salida para educar e inculcar normas de comportamiento y prevención, como no nos cansamos de repetir: educar con el ejemplo. La coordinación de criterios entre lo que decimos y lo que hacemos debe ser coherente, pensemos que en pocos años nuestros pequeños querrán salir solos y actuaran en función de lo que nosotros como adultos les hayamos enseñado. Su seguridad y nuestra tranquilidad en el futuro depende de la educación que hagamos en el presente.
Los más pequeños no tienen conciencia de sí un caramelo o dulce en concreto puede ser aconsejable o no, por eso los adultos haremos el “Truco" antes de la salida: pactando que dulces son adecuados y el momento de disfrutarlos.
Para papás de niños mayores de 12:
Es la edad en la que ya pueden salir en grupo sin supervisión del adulto, siempre con el condicionante que cada uno de nosotros conoce a sus hijos y el nivel de cultura preventiva ha desarrollado
¿Un truco?, con mucho gusto os lo doy: consiste en sentarnos con el grupo antes de la esperada noche de Halloween para animarles y ayudarles a planificar la salida, de forma abierta y divertida, sin recriminaciones ni advertencias que puedan influir en obtener el efecto contrario al deseado, el consenso es un gran aliado:
Calles por las que pasaran.
Hora de inicio y de llegada aproximada (es importante que al menos uno de los menores lleve un móvil para avisarnos de cualquier contratiempo).
Conductas responsables en la vía urbana y con extraños.
El adulto acompañará al grupo de pequeños en un ensayo de la ruta trazada, aprovechando para felicitar aquellas conductas adecuadas y aconsejando (siempre mensajes positivos) con argumentos razonables (educar con el ejemplo) en cada acto de riesgo que comentan.
No solo se trata de conocer y respectar las normas de seguridad vial, es muy importante el comportamiento ante extraños y somos los adultos los que ganamos por experiencia, así que debemos aprovechar este “rango" para utilizarlo de forma positiva, con el OBJETIVO de fomentar la autonomía con ayuda de la prevención en detrimento de la cultura del miedo: asustar solo porque lo marca el guión de la fiesta!
Y como los niños algún día dejan de serlo, vamos con los adolescentes
Después de la tragedia vivida en España creemos que debemos hacer una reseña a este respecto y es que aunque ya sean “mayores" los padres debemos ser responsables de las fiestas multitudinarias a las que acuden nuestros adolescentes, por ello deberemos:
Informarnos y asegurarnos que nuestros hijos conocen y respectan las medidas de seguridad y de evacuación.
IMPORTANTE que el local en cuestión cumpla sea autorizado y cumpla con todas las garantías de seguridad.
Como ejemplo de seguridad para detectar que es una fiesta sin “Truco" nos quedamos con la iniciativa de un referente en el tema, Rafael Gálvez, que nos propone que todas las fiestas deben contar con:
- Cartel visible de la autorización de la administración pública competente: ayuntamiento, nº de autorización, aforo, facilidad de información, etc.
- El local debe incorporar Código QR con las medidas de prevención y seguridad en caso de emergencia.
Esto es todo por mi parte, por la vuestra espero que tengáis en cuenta todos estos consejos, por la seguridad de vuestros hijos, y porque no hay diversión sin seguridad. Además siempre cuesta poco adoptar medidas de prevención, si tenemos en cuenta que estamos evitando consecuencias que pueden ir de desagradables a trágicas (y que desde luego es mejor que no ocurran), ¿no os parece?
Os deseamos un feliz y seguro Halloween.
Imágenes | liz west, Joe Mabel
Más información | Asociación Nacional de Seguridad Infantil, @Logieduca
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