Shubham Banerjee es un estudiante de séptimo grado que vive en Santa Clara (California), y ha sorprendido a sus profesores, familiares, comunidad (y a los medios de información Estadounidenses ¿por qué no decirlo?), al inventar una impresora Braille con piezas de LEGO.
La ventaja que presenta su modelo es el bajo coste (unos 350 dólares frente a los 2000 que costaría en el mercado). Lo ha llamado Braigo e imprime con protuberancias táctiles sobre un rollo de papel para calculadora, el cabezal de impresión es una chincheta, aunque previamente Shubham había hecho pruebas con una broca pequeña.
El protagonista de la noticia tiene sólo 12 años, pero parece sentir una sensibilidad especial por las personas desfavorecidas, y tras una campaña de donaciones para ayudar a personas invidentes, tomó la decisión de averiguar más sobre el lenguaje de signos, y las dificultades que tienen para comunicarse. Llegó así a la conclusión de que el precio de las impresoras braille, es innecesariamente caro, ya que en muchas ocasiones se trata de personas con recursos económicos limitados.
La afición de Shubham por los LEGO (juega con ellos desde que tenía dos años), lo llevó a cumplir su objetivo, construyendo una impresora a partir de un modelo LEGO Mindstorms EV3 (un robot). Esta utilidad ya existe para hacer dibujos, pero el chico la ha adaptado, consiguiendo que imprima el alfabeto braille. Trabaja a razón de una letra cada cinco a siete segundos, aunque está previsto mejorar el prototipo.
Se trata de un proyecto de clase que iba a presentar a una Feria de Ciencias. Su coste se ha reducido a la compra del kit de construcción, más los complementos adquiridos para perfeccionar un software que le permitiera llevar a cabo su propósito
Cuentan los medios que he consultado que Shubham está abrumado (con razón, si sólo es un niño). Pero de lo que no cabe duda es que a estas alturas está también muy preparado para seguir trabajando por su propósito. Ahora quiere mejorar la versión para que imprima una página completa. Reconoce que su proyecto puede ayudar a desarrollar un nuevo concepto de impresora, pero esta pretensión le queda grande, afortunadamente su padre tiene amigos ingenieros.
No se ha planteado patentar la idea por no pasar por un proceso costoso. Y afirma que otras personas también pueden hacerlo, e incluso desarrollarlo mejor, siempre sirviendo intereses de aquellos que lo necesiten.
El vídeo que acompaña esta entrada, y otros que podéis ver en los enlaces al pie, demuestran la utilidad de la impresora.
Vía | NY Daily News, Socio Technocrat En Peques y Más | El proyecto faBrickation utiliza los LEGO para realizar prototipos rápidos, Tecnología al servicio de las personas: de cómo Paul fabricó una mano para su hijo porque quería verle feliz