Cada año aproximadamente un 6% de los adolescentes del mundo padecen depresión, aunque la gran mayoría no acuden al especialista por lo que no están diagnosticados y no reciben tratamiento. Un grupo de investigadores de Nueva Zelanda, realizó un estudio publicado en el British Medical Journal, en el que llegaron a la conclusión de que para tratar a los adolescentes con depresión, una buena elección era crear un programa informático, ya que los jóvenes se sienten más cercanos al entorno de las nuevas tecnologías.
Y crearon SPARX, un videojuego de autoayuda dirigido a estos jóvenes con formato de juego de rol en un mundo fantástico, en 3D y con su propia banda sonora que enseña técnicas para controlar y mejorar los síntomas de la depresión.
Para analizar el impacto del videojuego se realizó un estudio con 187 adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años de centros de atención primaria de Nueva Zelanda con síntomas depresivos. Todos ellos pasaron pruebas psicológicas, para evaluar su gravedad y así clasificarlos en dos grupos, uno de ellos tratado con terapia a través de este videojuego y el resto con el tratamiento tradicional para dicha enfermedad.
Una vez acabado el juego, los grupos fueron evaluados con varios test psicológicos, dando como resultado, que el SPARX fue tan eficaz e incluso más, que la atención habitual, a la hora de reducir los síntomas de depresión y ansiedad. Un 44% del grupo que siguió el videojuego se recuperó completamente, mientras que sólo el 26% de aquellos que siguieron la terapia tradicional se recuperaron.
Los resultados fueron satisfactorios ya que se considera que SPARX es un recurso de autoayuda. El único contacto que realizaron los chavales que utilizaron el videojuego fue acudir al centro de salud a ver al médico. Además contactaron por teléfono después del mes de tratamiento.
SPARX se puede utilizar, con poca supervisión y en él los adolescentes pueden elegir su avatar y vivir una aventura por siete provincias imaginarias dónde se enfrentaran a desafíos y puzzles, aprendiendo a la vez que juegan técnicas cognitivas y conductuales, para tratar la enfermedad.
Destacan los investigadores, que la terapia suele tener una duración de cuatro a siete semanas y que al estar disponible para los jóvenes, son ellos los que eligen cuando conectarse y el tiempo que emplean en ello.
Me parece una muy buena iniciativa para intentar mejorar este tipo de trastornos en niños y adolescentes. Estaría bien saber si en España se están planteando su implantación.
Más información | Youtube SPARX trailer Más información | British Medical Journal - The effectiveness of SPARX