Según un estudio presentado en unas sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón, los niños con padres que establecen límites muy rígidos, son poco dialogantes y no proporcionan muchas muestras de afecto, tienen más posibilidades de ser obesos, que aquellos que conviven con un estilo de crianza más equilibrado.
Un grupo de investigadores canadienses, al frente de los que se encuentra la autora principal del estudio (Lisa Kakinami), han descubierto tasas de obesidad más altas en niños cuyos padres utilizan predominantemente el estilo autoritario (inflexibles con las normas, y poco sensibles a las necesidades de afecto de los niños). Se ha seguido a un grupo de 35577 procedentes de todo el país, que tenían entre 0 y 12 años, y se han descubierto diferencias según el estilo parental con el que convivían los niños. Entre los que tenían de dos a cinco, se constató un 30 por ciento más de posibilidades de ser obesos; y de los que habían cumplido seis años (y hasta los 11), el porcentaje aumenta hasta el 37 %. Es una investigación transversal que sólo ha observado a la población en un momento de la vida.
Para establecer las conclusiones, y además de los cuestionarios pertinentes, se han considerado obesos, los niños con peso que se aproxima al percentil 98 en relación a otros de su misma edad y sexo.
En palabras de Lisa Kakinami, que es una epidimeóloga realizando el postdoctorado en la Universidad McGill de Montreal, “el estilo de crianza asertivo" es el mejor para la salud de los niños. Y esta orientación en la crianza y educación, también ejerce como preventiva de conductas arriesgadas en los hijos (imagino que esto se ve sobre todo a partir de los 11 o 12 cuando tienen más libertad)
De todas formas, el estudio no ha descubierto relación de causalidad, sólo una diferencia en la tendencia al sobrepeso, si se comparan hijos de pases autoritarios con niños de padres más flexibles y asertivos. Es interesante descubrir que se han incluido en el estudio otros dos estilos de crianza: permisivo (son receptivos pero no exigentes), y negligentes (no son exigentes ni receptivos); aunque en general se ha descubierto que en estos grupos, los padres son principalmente asertivos.
Como sabéis, la asertividad es un comportamiento humano consciente (aunque para ejercerlo a veces hace falta un poco de entrenamiento), con base en el equilibrio, y la capacidad para comunicar de forma clara, pero sin herir a los demás. Se consigue confiando en uno mismo, y a la vez se transmite confianza a las otras personas.
Simplificando mucho, esta investigación transmite la idea de ser conscientes acerca del propio estilo de crianza, y de las consecuencias que puede tener en los niños.
Sobre por qué puede suceder que un niño con padres rígidos tenga más tendencia a la obesidad, Kakinami y Stephen Daniels (del Hospital Pediátrico de Colorado), comunican que los padres dialogantes hablan con los niños sobre hábitos alimenticios y de ejercicio físico. Es decir, no imponen, sino que permiten la expresión de los menores y la participación en las decisiones (siempre desde el sentido común, se entiende). Por lo tanto el riesgo de sobrepeso podría estar relacionado con una reacción negativa al no poder cuestionar o expresar la opinión.
Los datos expuestos, puesto que aún no han sido publicados en una revista médica, son preliminares. Y aunque se necesitan más investigaciones, no cabe duda (una vez más) que la forma en que nos relacionamos con nuestros hijos, afecta a su estado de salud presente y futuro.
Imagen | JMEG Vía | Medline Plus Más información | Blog Heart En Peques y Más | Los estilos de crianza 'modernos' afectan negativamente al desarrollo del cerebro, Para criar bien, debemos conocernos lo mejor posible a nosotros mismos. Entrevista con José Luis Cano Gil, Prácticas parentales erróneas en cuestión de alimentación infantil: presionar y prohibir