En Madrid ya se ha presentado la novena campaña conjunta frente a la gripe estacional y el neumococo. El objetivo es inmunizar a aproximadamente un millón de madrileños frente a esta enfermedad. La campaña está programada hasta el próximo 30 de noviembre de 2012. La Consejería de Salud ha invertido 4 millones de euros en la adquisición de más de un millón de dosis de vacuna contra la gripe.
Aunque la campaña de vacunación va dirigida principalmente a personas a partir de 60 años, también son los grupos con mayor riesgo de padecer complicaciones como los enfermos crónicos (cardiovasculares, pulmonares, diabéticos e inmunodeprimidos) y las embarazadas en cualquier trimestre de gestación. También se aconseja a los colectivos que puedan transmitir el virus fácilmente a otras personas, como el personal sanitario, los cuidadores de enfermos crónicos o quienes convivan con personas de alto riesgo.
La Consejería de Madrid también aconseja prevenir y anticipar riesgos. Por ejemplo, conviene evitar los cambios bruscos de temperatura, las aglomeraciones en locales cerrados, cuidar la higiene personal, no compartir objetos con otras personas que han estado en contacto con enfermos de gripe. Y para los peques recordad, hay que realizar una alimentación equilibrada y tomar fruta natural rica en vitamina C.
Recordamos que los síntomas de la gripe son variables y, en ocasiones, resultan difíciles de diferenciar de otras enfermedades de las vías respiratorias como los catarros. El período de incubación de la gripe es de uno a dos días y entre los síntomas más frecuentes se encuentra la fiebre superior a 38 grados con duración de tres a cuatro días, fuertes dolores musculares y dolor de cabeza.
La campaña se lleva a cabo en 1.000 centros sanitarios de la región madrileña que incluye a los centros de salud y consultorios locales del Servicio Madrileño de Salud, los centros colaboradores como hospitales, centros municipales de salud, residencias de ancianos, centros de acogida de menores y también los centros para personal de riesgo o servicios esenciales.
Imagen | Adam Johnson