Ahora que llega la primavera nada como los zumos naturales de fruta para los niños, la fruta es uno de los alimentos más sanos que existen, el zumo de las mismas es nutritivo y además no engorda. Es algo que gusta a los niños y que se lo podemos dar solo con el zumo de la fruta o batido con leche, en cualquier caso, es fuente de vitaminas y algunos nutricionistas dicen que puede ser incluso terapéutico.
Un vaso de zumo es un hábito diario saludable porque el cuerpo asimila el 95% de los nutrientes, pero también porque pueden ayudar a aliviar algunas afecciones y molestias leves habituales.
Por ejemplo, si nuestro hijo sufre estreñimiento puede mejorar mucho con una dieta rica en fibra y si además añadimos un zumo de fruta por la mañana de pera, de naranja o de kiwi encontraremos una ayuda adicional ya que el sorbitol que contienen estas frutas tiene propiedades laxantes.
Cuando llegan los virus provocando gripes y catarros, nada mejor que la vitamina C, un zumo de naranja o de fresas diario no solo alivia los síntomas, sino que tomado a diario ayuda a prevenirlos. Para las molestas irritaciones de garganta el zumo de piña con una pizca de jengibre también lo alivia ya que dicen que tiene propiedades antiinflamatorias naturales. También para aliviar las toses leves se debe mezclar la piña con mango y ciruela. Para la congestión nasal zumo de manzana y uva negra.
Como reconstituyente si tenemos a los peques con cansancio nada mejor que mezclar un zumo de manzana, naranja y limón o también el zumo de plátano mezclado con zanahoria y melón.
Eso si, los zumos no pueden ser de botella o cartón, sino de frutas naturales, hechos en el momento antes de tomarlos y que estén a temperatura ambiente.
Muchas veces por falta de tiempo no solemos hacerles está bebida tan deliciosa, pero el zumo natural es algo que suele gustar a los más pequeños y que les puede aportar gran variedad de vitaminas y minerales, por ello os aconsejamos que les deis de merienda o con el desayuno un zumo natural a diario y veréis como se llenan de vitalidad y energía.
Imagen | Andrés Nieto Porras