El alivio del dolor es uno de los factores que más influyen en el estado general de la parturienta, permitiendo, si son efectivos y no tienen además contraindicaciones ni consecuencias, que el parto suceda de la mejor forma posible.
La sensación de dolor varía de una mujer a otra y también de un parto a otro. Esta sensación es multicausal y en ella intervienen factores fisiológicos, psicológicos y culturales. Hay mujeres que refieren partos apenas dolorosos, en otros casos, incluso si todo va medicamente bien, puede resultar abrumador. El dolor es respetable y debe ser respetada su expresión. El miedo al parto o a la muerte, las experiencias previas o recibidas, las interrupciones innecesarias en la intimidad del momento pueden acrecentarlo. También puede influir el estado físico general y como no, el que se presenten complicaciones médicas reales, lo que es un caso aparte.
Las mujeres reciben en su parto información casi exclusivamente de los pros y contras de la anestesia epidural, pero es conveniente conocer y aplicar, siempre que sea posible, otros métodos que pueden ayudar a que la experiencia del dolor se atenúe.
Algunos de estos métodos son: uso de agua, libertad de movimientos, inyecciones de agua y apoyo continuo durante el parto. Además pueden considerarse otros como la relajación, la acupuntura y los masajes. Los iremos analizando pormenorizadamente.
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