Cuando la madre fallece estando embarazada, ¿cómo se intenta salvar la vida del bebé?
Ayer conocimos el trágico desenlace que tuvo un bebé nacido mediante cesárea postmorten practicada a su madre, que falleció a causa de un paro cardiaco en su domicilio. El recién nacido, que fue reanimado por los servicios de emergencia tras la cesárea y trasladado a un hospital, desgraciadamente no ha logrado sobrevivir.
Este tipo de emergencias son extremadamente raras, pero la rapidez en la toma de decisiones así como las maniobras de reanimación tanto del feto como de la madre, pueden aumentar las probabilidades de supervivencia de uno, o incluso de ambos.
La cesárea en condiciones extremas
- La cesárea postmorten es la intervención quirúrgica que se le realiza a una madre gestante que ha fallecido a causa de un accidente o bien durante el parto, y cuyo bebé podría sobrevivir fuera del útero materno.
Históricamente, es una de las operaciones más antiguas que se realizan y en la actualidad, los médicos tienen el deber ético de practicarla para salvar la vida del bebé, teniendo en cuenta que lo ideal es realizarla en los cinco minutos siguientes al fallecimiento materno.
- La cesárea perimórten es otro tipo de modalidad de cesárea que se realiza en casos de urgencia en los que la vida de la madre -y por tanto, del bebé- corre peligro.
En el triste caso con el que abríamos el post, el portavoz del Summa explicaba al periódico El País que reanimar a una madre con el bebé dentro es muy complicado debido a la presión que ejerce el niño, por lo que practicar una cesárea en ese momento puede ayudar a salvar las dos vidas.
La cesárea perimorten no se practica si el embarazo es menor de 20 semanas, ya que por un lado el feto sería inviable fuera del útero materno y, por otro, el tamaño del útero no compromete, en principio, las maniobras de reanimación de la madre.
Si la madre se encuentra entre las 20 y 23 semanas de gestación, el objetivo de practicar una cesárea será el de salvar a la madre, no al feto, ya que el límite de viabilidad fuera del útero se sitúa en torno a las 24 semanas.
A partir de la semana 24 de gestación, la cesárea perimorten buscará salvar tanto a la madre como al bebé, pero en los casos en los que se produzca el fallecimiento materno, los esfuerzos se centrarán en salvar al bebé mediante una cesárea postmorten.
La supervivencia del bebé dependerá de muchos factores, entre ellos el grado de prematuridad. En este caso concreto, se trataba de un bebé de seis meses de gestación (entre 21 y 24 semanas); un gran prematuro, cuyo principal problema es la maduración pulmonar.
- Y hay una tercera modalidad de cesárea (que suele conllevar un debate médico ético médico), que es aquella que se practica postmorten a una mujer cuya vida se ha prolongado de forma artificial, con el fin de poder actuar durante más tiempo como "incubadora" para el bebé.
¿De qué depende la supervivencia del bebé?
Como hemos visto, la cesárea perimorten tiene como objetivos salvar tanto a la madre como al bebé, mientras que la postmorten se centra en el recién nacido.
La tasa de éxito de una y otra cesárea dependerá de muchos factores:
Para la supervivencia del bebé es fundamental tener en cuenta la edad gestacional que tenga, existiendo mayores posibilidades de viabilidad a partir de la semana 28.
Igualmente, hay que considerar el estado de salud en el que se encuentre el feto, aunque se recomienda practicar la operación independientemente de si se tiene o no la certeza de que el bebé sigue vivo ya que, como explican en este manual de emergencias sanitarias, no se debe perder tiempo buscando el latido fetal.
En el caso en el que la madre haya fallecido, es fundamental el tiempo transcurrido entre este hecho y el nacimiento del feto: Estudios realizados por expertos ligan el fallecimiento del bebé con una tardía intervención quirúrgica.
Igualmente, es importante tener en cuenta la causa de fallecimiento de la madre ya que en aquellos casos en los que la muerte se produce a causa de una dolencia crónica, el pronóstico de viabilidad del feto suele ser más bajo que en los casos de fallecimiento repentino a causa de un accidente o condición inesperada.
Y ya por último, también se hace imprescindible para elevar el pronóstico de vida fetal, la adecuada y rápida reanimación del recién nacido. A esta respecto, las cesáreas extremas fuera del ambito hospitalario, suelen conllevar un peor pronóstico de viabilidad, ya que ni el entorno ni el equipo técnico son los más adecuados.
Más información | Cesárea de urgencia, El médico interactivo, Revista científica de la sociedad española de enfermería de urgencias y emergencias, Revista Colombiana de obstetricia y ginecología, Red de revistas científicas de América Latina, España y Portugal
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