Cuando vi la noticia en el telediario sobre los primeros bebés del 2012 pensé que era una broma. Pero lamentablemente no. Me hubiese gustado compartir antes con vosotros las imágenes, pero me ha costado encontrar esta perlita de vídeo sobre el nacimiento del primer bebé del año en plenas campanadas de fin de año mientras todos se comen las uvas.
Para los que no estéis familiarizados con la tradición española, cuando están a punto de dar las doce de la noche en Nochevieja se toman doce uvas, una con cada campanada que da el reloj de la Puerta del Sol, para celebrar el comienzo del año nuevo.
La mujer que veis en el vídeo en el paritorio del Hospital de Zaragoza Hospital Viamed Montecanal ha tenido la suerte (¡menuda suerte!) de ponerse de parto a la hora señalada y su bebé, Daniel, la de convertirse en el primer bebé del año nacido cuando daba la octava campanada. En realidad ha sido de los más madrugadores, pero no estrictamente el primero, porque se le ha adelantado Diana, nacida en Barcelona entre la primera y segunda campanada.
No pudimos ver cómo ha sido el parto de Diana, pero sí hemos podido ver la puesta en escena sin ninguna consideración por la madre y el bebé que ha sido el parto del pequeño Daniel.
¿Dónde está el protagonismo del bebé y la madre en el parto? La madre y el médico, el único que por suerte no se está comiendo las uvas (además de la madre a la que nadie le ha ofrecido), parecen parte del atrezzo de una comedia. Mientras tanto, los demás comen, ríen y no prestan ninguna atención a la necesidad de intimidad, contención y tranquilidad de la mujer que da a luz.
Lo primero que he pensado al ver el vídeo es “¡Qué vergüenza!“ y luego, “¿Cómo se sentirá esa mujer dando a luz en medio de tanto jaleo?“. Desconsiderada, desprotegida, ignorada… Es, sin duda, una falta de respeto hacia la mujer en un momento trascendental de su vida, y por supuesto, una falta de respeto por el nacimiento del bebé.
Además, se trata de un parto con espátulas, es decir que el nacimiento se ha complicado siendo necesaria instrumentación. Desde luego, el ambiente del nacimiento del primer bebé del año mientras todos se comen las uvas no es el más favorable para que la madre se relaje y el parto fluya.
Vía | La Revolución de las Rosas
En Bebés y más | Que mi bebé no sea el primer bebé del año